Cuba

Una identità in movimento

Camagüey se identifica también por su cultura

Esther Borges Moya



Los primeros años fundacionales con toda seguridad estuvieron huérfanos de interés por la cultura. La dura vida de los colonizadores en un entorno agreste, hostilizados por las sublevaciones indígenas y obligados a sobrevivir a cualquier precio, conllevaba a una existencia ruda, violenta y cruel.

La villa de Santa María del Puerto del Príncipe no estuvo exenta de estas peculiaridades. A pesar de ello, los principeños exhibimos con orgullo la más antigua muestra de poesía cubana, creada por Silvestre de Balboa en 1608: "Espejo de Paciencia".

Poema de corte épico-histórico, está escrito en octavas reales, y narra las impresiones de su autor respecto al secuestro del Obispo Juan de las Cabezas Altamirano por el pirata Gilberto Girón. La obra está acompañada de seis sonetos de la autoría de igual número de vecinos de la Villa, tres de ellos principeños de nacimiento.

Típica de aquella etapa era la omnipresencia de la iglesia católica en todas las vertientes de la vida. La cultura, por ende, también sufría esa influencia. No es extraño entonces que la primera ocasión en que los lugareños disfrutaron de buena música estuvo motivada por la consagración de la Ermita de La Caridad, el 8 de septiembre de 1734.

Aunque en la Villa se cultivaban diferentes instrumentos de cuerda y viento, y se daban fiestas y bailes, no es hasta 1828 que se encuentran referencias sobre la primera Banda de Música, al ser ubicado en la ciudad el Regimiento de Cuba.

Muchos y variados acontecimientos culturales contribuyeron, a partir de entonces, a sustentar que esta área de la Mayor de Las Antillas es portadora de una de las culturas más variadas y ricas del país.

Así, en 1842, los hacendados y profesionales de la ciudad fundaron La Sociedad Filarmónica (con un antecedente de 1794, con la Casa de Sociedad, dedicada a bailes y veladas). El 24 de julio de 1846 también vio la luz la Academia de Música de San Fernando, integrada fundamentalmente por alumnos negros y mulatos libres.

Con un ambiente menos rígido, que propiciaba la entrada de pequeños propietarios, empleados públicos y algunos artesanos, fue fundada en 1864 la Sociedad Popular de Santa Cecilia. Esto la diferencia de la Filarmónica, aunque por supuesto ambas tenían por norma la más estricta segregación racial.

La pintura también floreció en los albores de la ciudad aunque sin llegar a alcanzar el auge de la música.

Especialmente se desarrollaba en las iglesias, y son notables un fresco en la iglesia de La Merced y un lienzo en la Ermita de San Lázaro. Otras muestras del hacer pictórico de la época están presentes en las decoraciones de las viviendas, donde la moda eran las cenefas.

Una de las más hermosas cenefas de Camagüey se puede apreciar en la casa de natal de Ignacio Agramonte, hoy uno de los museos más visitados de la ciudad.

La imprenta llegó para quedarse en 1812, y de entonces acá numerosos principeños incursionan en el periodismo. Entre otros, "El Espejo", "La Gaceta de Puerto Príncipe", "El Instructor General", "El Patriota Principeño", "El Amigo de la Paz", "El Zurriago Principeño", "El Fanal de Puerto Príncipe", "El Oriente", y "El Liberal", que a partir de 1906 se llamó "El Camagüeyano", son muestras de esas publicaciones con diferentes periodicidades.

Con carácter cultural se destacaron "El Céfiro", "La Siempreviva", "Crónicas del Liceo de Puerto Príncipe", "El Popular", "La Luz", y "El pueblo".

Vale destacar entre los colaboradores más importantes de "La Gaceta de Puerto Príncipe" (1819-1849), a Gaspar Betancourt Cisneros, "El Lugareño", con su sección "Escenas Cotidianas", entre otros artículos, que "pintaron" al detalle la sociedad, la economía y el ambiente político de la ciudad de esa época.

En 1918 fue organizado el Club Femenino de Cuba, el cual posteriormente fundó la Federación de Asociaciones Femeninas de Cuba, cuyo primer número vio la luz en 1921, y con un área de influencia que sobrepasó lo local y nacional para llegar hasta lo extranjero.

Francisco Agüero Duque Estrada (El Solitario), Aurelia Castillo, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Enrique José Varona, por sólo citar algunos nombres, dieron lustre a las letras de la época.

Por su parte, Jorge Juárez Cano (1883-1940), procurador y periodista, realizó investigaciones históricas de enorme valor; y Felipe Pichardo Moya (1892-1957), fue uno de los arqueólogos de mayor valía en el entorno nacional.

El poeta Mariano Brull (1893-1956); Emilio Ballagas (1908-1954) y más tarde, Nicolás Guillén (Poeta Nacional de Cuba), Rómulo Loredo, Rolando Escardó, Raúl González de Cascorro, y una joven hornada de escritores y poetas, entre los que se destacan Jesús David Curbelo, Roberto Méndez, Roberto Manzano, y Juan Antonio García, dan continuidad a la obra literaria, poética y de crítica de la Ciudad de los Tinajones.


El milagro de los colores y la magia del talento

En las artes plásticas, Camagüey se precia de contar entre sus hijos a uno de los pintores más importantes del país: Fidelio Ponce de León.

Camagüey es hoy una "plaza fuerte" nacional en esa vertiente. Para demostrarlo ahí están pintores y ceramistas de la valía de Joel Jovert, Oscar Rodríguez Lasseria, Nazario Salazar, Osvaldo Rodríguez Petit y Orestes Larios Zaak.

En la música Camagüey es la tierra natal de Luis Casas Romero, autor de "El mambí" y otras bellísimas melodías; de Jorge González Allué, con su "Amorosa Guajira"; y de la Vedette Negra de Cuba, Candita Batista. Cuenta también con su Orquesta Sinfónica y con un fuerte movimiento de creadores e intérpretes.

Gilda Zaldívar Freyre (1917-1951), fundó la primera Escuela de Ballet que tuvo Camagüey, la cual debutó en el Teatro "Principal" el 5 de octubre de 1935.

Pero la hoy Ciudad de los Tinajones ha pulido sus valores culturales enraizados en una tradición de siglos. En la antigua Villa de Santa María del Puerto del Príncipe florece la segunda Compañía de Ballet de Cuba, fundada el 1ro de diciembre de 1967, por la Maestra Vicentina De La Torre, y continuada por Joaquín Banegas, Manelyn Rodríguez, Jorge Rodríguez Vede, Fernando Alonso, y actualmente Regina Balaguer.

La unidad docente del Instituto Superior de Arte, el Conservatorio "José White", la Escuela Vocacional de Arte "Luis Casas Romero" y el Centro "Nicolás Guillén" continúan también la obra cultivadora actual.

Importantes encuentros y talleres tienen espacio en la otrora Villa, entre ellos la Fiesta de la Joven Guitarra; el Festival de Danza; El Festival de Teatro de Camagüey; el Almacén de La Imagen — que reúne a lo mejor del vídeo cubano de estos tiempos —; el Festival de Publicidad y Propaganda; y el evento Cultura y Desarrollo, entre otros.

El grupo Maraguán, el Conjunto Folklórico de Danza, el grupo Caidije e importantes agrupaciones teatrales como el Grupo Dramático camagüeyano, el Guiñol, y el Teatro Cubano de la Magia, se destacan nacional e internacionalmente, a los cuales se agrega el Grupo Dramático "Nino Moncada", perteneciente a Radio Cadena Agramonte.

Y como rendido tributo al buen decir ante los micrófonos, Camagüey recibió el galardón de Ciudad Histórica de la Locución Cubana, merecido reconocimiento a la patria chica del pionero de la radiodifusión en Cuba, el lugareño Luis Casas Romero.

Apretada síntesis es ésta, y mucho desearía hacerla más extensa y pormenorizada. No obstante, la veo sólo como un exponente de las ricas tradiciones culturales que desde su fundación, han sido moldeadas por la idiosincrasia de los principeños.




Esther Borges Moya es Periodista Editora y Jefa de Redacción de www.cadenagramonte.cubaweb.cu, página WEB de Radio Cadena Agramonte en la provincia de Camagüey, y escritora del Grupo Dramático "Nino Moncada" de esa misma emisora.


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