Cuba

Una identità in movimento


Charangas 2006. Carta de Yohanka Alfonso Contreras

Yohanka Alfonso Contreras


A pedido de los Bejucaleños ausentes, les mando unas fotos de las Charangas.

Para no perder la costumbre, cuando llegué al Bejuco visité las naves en las que se construyeron las carrozas y tambien la esquina de Festejos, casona en la que, no obstante el degrado constructivo, aún se elaboran el vestuario y los suntuosos sombreros charangueros.

Los artesanos parecen hormigas incansables pegando papelitos, recortes, no se bota nada: Macareño, Ibrahim, Romeo y William, Robertico, Ileana... la lista es larga y el esfuerzo, tanto, por tratar de mantener una tradiciòn que no se resigna a desaparecer, justamente!

Este año, recibieron un poco más de apoyo en lo referente a las telas utilizadas y algún que otro material y se vió con creces la mejoría, los trajes eran preciosos.

Es cierto que yo no veía las Charangas desde hacía algunos años, más puedo asegurarles que este año las carrozas estaban preciosas, y fue el comentario general del pueblo, sobre todo la Ceiba, un derroche de colores, alegría e ingenio... se la comiò Macareño... !!! ... ja,ja,ja...

Aprovecho la ocasión para poner una nota a consideraciòn de nosotros los "expatriados" del pueblo: el ambiente ya no es el mismo de antes, cuando poníamos banderitas azules y rojas en la puerta de la casa desde los inicios del mes de diciembre, cuando las congas no se limitaban a ser un grupo de personas que arrollaban por las calles y las banderas de los bandos ondeaban de primeras antes de que la conga doblara la esquina.

Cuando se sabía de antemano si el bombo que tocaba era el de Alexis o si la que se avecinaba era la conga del Yeyo...

Cuando la presentación de las carrozas en la Plaza Juan Delgado, era precedida de tantos fuegos artificiales y tantos personajes de la Mojiganga y los Malayos...

Cuando desde el 9 o 10 de diciembre, salía el Cabildo y la Macorina a medianoche a arrollar hasta por la mañana, con algún trasnochado y cualquier borracho que no se había ido a acostar, y la veíamos tempranito todavía con su sombrilla entorno al parque.

Talves a muchos de ustedes no les provoque ningún sentimiento estas cosas que yo recuerdo como hitos importantes de mi niñez y mi adolescencia.

Me sentía parte de estas fiestas y crecí escuchando hablar de ellas con fervor, me encantaba que llegara diciembre y cuando se aproximaba el 24 disfrutaba los dias sin dormir bailando en los famosos "amanezco"...

Al Liceo muchas veces era casi imposible entrar, y más de una vez nos tocaba elegir, titubeantes, la orquesta para bailar porque había una en cada esquina del parque.

No estoy hablando de la venta de panes con bistec ni nada pior el estilo, parangonar las Charangas a la comida es reductivo.

Estoy hablando del ambiente que generaban, ambiente por el cual mis amigos de La Habana se desplazaban hasta Bejucal en la mítica 76 sin horario de retorno... cuantas veces dormimos en el piso de mi casa 10, 15 personas... cuantas veces nos tirábamos dos horitas para recuperar y volvíamos a la carga... esas sí que eran fiestas...! (Piensen que los nacidos en por ejemplo en el Mariel o en Bauta, no pueden decir lo mismo)...

Bejucal era punto de encuentro de personas que venían desde lejos, durante las Charangas me encontré hasta una amiga norteamericana crítica de arte que venía expresamente a charanguear...

Todavía sonrio pensando a un amigo árabe que encerraron en el Vivá (al lado del Museo) porque no tenía carnét de identidad y lo tuvimos que ir a sacar muertos todos de la risa...

Cuantas anécdotas tenemos todos de esos tiempos, cuantas cosas hermosas... cuántas veces fue la conga a tocar a la puerta de mi casa hasta que nos volvíamos a levantar con la botella en la mano para seguir charangueando...!

Ese ambiente ya no está, y sin embargo las personas que hacen posible las Charangas, siguen con el mismo empeño, aislados, empecinados en mantener viva una de las pocas verdaderas tradiciones de toda Cuba, una obra genuina que se va apagando y que se "apuntala" con la salida de las carrozas que — según me dijeron — ya no salen casi nunca el 24, sino cuando se puede (este año salieron el 29).

Será que estoy vieja y me pongo a pensar en estas cosas, será que me siento como bejucaleña, un poco culpable de no hacer nada por ver si algo se puede rescatar aunque yo no esté.

Sería muy bonito coincidir en tiempo de CHARANGAS (con mayúscula) en el pueblo.

Les digo que a pesar de los pesares, algunos bejucaleños dispersos por el mundo regresan a visitar sus familiares en tiempo de Charangas... este año, qué alegría, pude saludar algunas personas que no pensé que podría volver a ver.

Coincidimos.

Espero que la fortuna nos depare mayores coincidencias en lo adelante.

No puedo augurar nada mejor a mis coterráneos.

Feliz año 2007!


Página enviada por Yohanka Alfonso Contreras
(9 de enero de 2007)


Cuba. Una identità in movimento

Webmaster: Carlo NobiliAntropologo americanista, Roma, Italia

© 2000-2009 Tutti i diritti riservati — Derechos reservados

Statistiche - Estadisticas