Cuba

Una identità in movimento


La Historia puede repetirse

Tomás Coa Herrera


Hace 200 años, se produjo un hecho político-militar trascendental en el ámbito mundial, una Revolución dirigidas por esclavos negros y mestizos, acompañados por negros y mestizos libertos y libres, contra los pequeños blancos, cuyos intereses socioeconómicos estaban más cercanos de los grandes blancos criollos que, tenían comunidad de intereses económicos y políticos, y contra la metrópoli (Francia) y sus representantes oficiales en la colonia. Aunque después los grandes blancos y los pequeños blancos entraron en contradicciones con la metrópoli y querían la independencia o aliarse con Inglaterra o España menos con la Francia que se manifestaba, ahora, abolicionista. Además por el monopolio comercial que les imponían las ciudades portuarias francesas y la burguesía marítima. Esta Revolución triunfó en una pequeña isla en Las Antillas, Haití. La primera Revolución antiesclavista, anticolonialista y de hondo contenido social y político en el mundo. Hecho histórico que no sólo asombró al mundo por lo sorprendente de éste fenómeno sociopolítico, sino porque tomó un rumbo que la convirtieron en un ejemplo para las colonias desde el Sur del Río Bravo hasta la Patagonia, cuyos países aún no habían alcanzado una toma de conciencia de la lucha por la independencia, como ocurrió algunos años más tarde.

Pero si este hecho ya de por sí no fuese suficiente, todavía habrían de producirse otros que demostrarían la fuerza que representa una revolución auténticamente popular, que la harían invencible ante sus enemigos por muy poderosos que éstos eran en lo económico, social y político-militar.

Por otra parte, afínales del siglo XVIII y principios del siglo XIX las grandes potencias europeas se encontraban enfrascadas en una lucha tenaz por apoderarse de las colonias y territorios en el ámbito global en el mundo, pero, particularmente, en las llamadas Indias Occidentales. Y aprovechando la situación interna, por los problemas difíciles que sacudían la estabilidad política de Francia, y como consecuencia de ello su pérdida del control sobre la Isla de Saint Domingue. España e Inglaterra asumieron una actitud oportunista y creyeron que, fácilmente, harían gravitar dicha isla bajo su dominio. Ambas pretendieron la posesión de la misma, mediante la utilización de sus tropas imperiales, invadiéndola, en el caso de Inglaterra con fuerzas cercanas a los 60.000 efectivos en tierra, más el uso de la flota, tropas españolas y barcos de guerra de los Estados Unidos, para controlar e impedir avituallamientos para los franceses y también para las tropas del Sur del mulato General Rigaud y de las tropas de Toussaint. Encontrando, para sorpresas de éstas, no sólo una gran oposición, sino que sufrieron una increíble derrota militar de parte de los esclavos nativos que se habían constituido en un ejército nacional que, a pesar de carecer de una formación académica, supliendo esa dificultad con el convencimiento de la justicia que representaba su causa, y porque eran poseedores de una elevada moral combativa, y una decisión de pelear hasta las últimas consecuencias. Por lo que le ocasionaron al invasor imperial una costosa derrota militar.

Por supuesto que, la inmensa mayoría de la población de la isla que había sido tan beneficiada por la obra de la Revolución, no iba a permitir que bajo ningún concepto ni los enemigos de adentro ni los de afuera les arrebataran la libertad y los beneficios socioeconómicos que la Revolución les había traído. Particularmente, esa masa de ex esclavos y negros y mestizos libres que adquirieron una igualdad social y racial plena. Renuentes a permitir que ni Francia, ni Inglaterra, ni España ni la esclavista Estados Unidos restableciera la esclavitud en Haití. Nadie podría arrebatarle eso logros espontáneamente y mucho menos pacíficamente. Y por eso contaban con las armas y lo más importante con la decisión de usarlas eficientemente contra el enemigo como ya antes lo habían hecho triunfalmente.

Inglaterra y España, fueron derrotadas militarmente de forma inobjetable, y la Revolución liderada por el General François Dominique Toussaint Louverture, que había salido triunfante, pero todavía le quedarían otras grandes demostraciones de la fuerza del pueblo haitiano por dejar en los anales de la historia como hechos transcendentales e imperecederos. El Gran Napoleón Bonaparte, inconforme con la existencia de la victoriosa Revolución en Saint Domingue, tomó la decisión de enviar a su cuñado al General Charles Victor Emmanuel Lecler al frente de un fuerte contingente del ejército francés con el objetivo de derrotar al ejército de Toussaint. Y subvertir el proceso revolucionario haitiano. Sin embargo, las famosas tropas napoleónicas que venían precedidas de relevantes victorias en su campaña militar europea, que pretendían una fácil victoria, se encontraron no sólo con una tenaz resistencia de las bisoñas tropas haitianas sino que, éstas a fuerza de un coraje inigualable y elevada moral combativa, se les enfrentaron resueltamente y las derrotaron, apoyado también por las circunstancias favorables de que las enfermedades tropicales hicieron estragos en las filas galas. Pero ello, no le restó méritos a esta extraordinaria victoria militar del ejército de Toussaint. Sin embargo, debido a difíciles condiciones materiales por las que atravesaban las tropas haitianas se vieron forzadas a aceptar las condiciones de paz ofertadas por el General Leclerc Posteriormente, cuando producto del engaño y la traición de Napoleón, Toussaint fue apresado y deportado murió el 7 de abril de 1803 en el Fuerte de Joux, Francia. Después Francia había recuperado el control de Haití, restableciendo la esclavitud, la discriminación racial y derogando todas las medidas socioeconómicas de la Revolución. Entonces el pueblo haitiano se levantó nuevamente en armas, derrotó de manera terminante al ejército napoleónico en una cadena de importantes batallas militares hasta concluir con la derrota definitiva en la Gran Batalla de Vertieres, el 18 de noviembre de 1803. Restableció la constitución de 1801 y se proclamó la independencia definitiva de Haití, el 1º de enero de 1804.

Posteriormente, en un gesto que demuestra el elevado altruismo político y de solidaridad de los revolucionarios, al riesgo de provocar una nueva guerra contra España, el mulato General Alexandre Pétion, acogió en Haití a Simón Bolívar, quien se encontraba enfermo y militarmente había sufrido reveses importantes. Allí se repuso físicamente, logró reanimarse espiritualmente, y poder ver directamente los logros de la revolución haitiana y de intercambiar impresiones sobre los mismos. Incluso Bolívar elaboró para Haití una nueva constitución en la que incluía artículos y los preceptos jurídicos más importantes de las avanzadas constituciones europeas y de la época.

Concluido el periodo de preparación, luego de adquirir los recursos materiales necesarios; armamentos, municiones, alimentos, naves de guerra, etc., parte Bolívar el 2 de mayo de 1816 hacía isla Margaritas, con destino a Juan Griego, antes sostiene un combate naval cerca de la isla Fraile. Este primer intento fracasa en la campaña de Ocumare de la Costa, Estado, actual de Aragua, provocando su regreso a Haití

Después de preparase, nuevamente, sale con su segunda expedición el 28 de diciembre de 1816, Desembarca otra vez en Juan Griego, persistiendo en el plan original, logrando en esta ocasión extender la acción en los puntos orientales y meridionales de Venezuela. Y alcanzando la culminación exitosa de su ideario independentista, de su "Campaña Admirable"(con cinco nuevos estados latinoamericanos independientes).

Hoy, nuevamente, como dijo Martí, "Bolívar todavía tenía que hacer" y bajo otras circunstancias de las luchas revolucionarias, la Revolución Bolivariana, surgió, lucha y se desarrolla no solo por la verdadera independencia y justicia social del pueblo venezolano, sino que se ha erigido en el ejemplo vivo del pensamiento bolivariano latinoamericano.

Actualmente, 200 años después, una situación similar se está gestando en esta misma región antillana. Cuba, una pequeña isla hermana de Haití, ambas enclavada en el archipiélago de las Antillas cuya población tiene una composición étnica parecida a la haitiana, europea (española), africana y asiática, heredera de las más hermosas y heroicas tradiciones de luchas de los mambises que, en 1898 los Estados Unidos, después de 30 años de lucha por la independencia le arrebató su victoria interviniendo con sus fuerzas imperiales. Y, nuevamente el pueblo cubano hizo una revolución autentica, anticolonial, antiimperialista, que comenzó con el Asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba, segunda fortaleza militar del país, el 26 de julio de 1953, dando inició al último periodo de la lucha nacional liberadora, que prosiguió con el desembarco del Granma, el 2 de diciembre de 1956, ambos acontecimientos liderados y dirigidos personalmente por el nuevo y genuino líder cubano el Dr. Fidel Castro, quien después constituyera el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio, que se internó en La Sierra Maestra y desde allí se extendiera la lucha revolucionaria a toda la nación, tantos por los rebeldes como por los combatientes clandestinos. En tan solo 7 años el pueblo cubano pagó el alto precio de más de 20.000 vidas de lo más valioso de su población, en particular de la joven generación, encabezada por los estudiantes, que fue capaz de derrotar militarmente a un ejercito formados, armados y asesorados por los yankees. En fin el 1º de enero de 1959, al igual que Haití. Con la derrota de dictador Fulgencio Batista, hermano de Duvalier y de Trujillo, hijos los tres de Washington, es decir de los Estados Unidos que fue quien engendró a esos criminales y asesinos. Cuba fue libre e independiente por primera vez. Y en su primera etapa dio cumplimiento del Programa del Moncada, que fue el alegato de defensa de Fidel, conocido como "La Historia me Absolverá" y posteriormente devolvió todas las riquezas al pueblo al edificar el Primer Estado Socialista del Hemisferio Occidental.

Y, al igual que en aquella época, hace 200 años, la Revolución Haitiana, se planteó medidas de carácter social, la Revolución Cubana en las nuevas circunstancias contemporáneas ha alcanzado la redención del ciudadano, su plena dignidad, se eliminaron todas las discriminaciones por razas, sexo, procedencia social, el acceso a la cultura el derecho de todos, comenzando porque en un solo año se eliminó el analfabetismo. Los principales centros de enseñanzas abrieron sus puertas a todos los hijos de los trabajadores, campesinos, hombres y mujeres por igual. La enseñanza es obligatoria desde la primaria hasta el 9no grado y todos los nacimientos se realizan en instituciones de salud, la mortalidad infantil es de menos de 6 por mil nacidos, la esperanza de vida es de 76 años los hombres y de 77 las mujeres, los indicadores de salud son superiores a muchos de los países desarrollados, incluyendo a los Estados Unidos. Además practicado un internacionalismo consecuente, enviando a mas de 60 naciones del mundo, en particular en África, Asia y en América Latina, médicos, maestros, técnicos, asesores de todo tipo, además de aportar una elevada cuota de sangre cubana, como fue en las luchas frontales contra el Apartheid, en Angola, Etiopía, Namibia, Guinea y Cabo Verde, Mozambique, etc. Por otra parte decenas de miles de estudiantes se han preparado y se preparan en Cuba como médicos, técnicos y profesionales de disímiles ramas de la ciencia completamente gratis, en un gesto pleno de solidaridad. Por otra parte, al igual que el ejército formado por Toussaint, el Ejército Rebelde se transformo en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, escudo contra el cual se han estrellado todas las agresiones imperialistas en Cuba y el cual además ha combatido exitosamente en la arena internacional en cumplimiento de internacionalismo cubano, con otros pueblos hermanos.

Por ello, Cuba se ha convertido, además, a 44 años del triunfo revolucionario en el faro y esperanza de los pueblos del tercer mundo, razón por la cual, se encuentra nuevamente amenazada, por la potencia militar y económica más poderosa de la tierra, los Estados Unidos, que pretende agredir a nuestro pueblo. En el contexto de la actual, delicada y compleja coyuntura política internacional, cuya correlación de fuerzas, lo sitúan como la nación hegemónica del planeta, que pretende establecer una dictadura militar mundial imperial, por encima del derecho internacional, y bajo una filosofía ya conocida y derrotada antes por la humanidad, el Fascismo, pero con un nuevo ropaje, bajo el pretexto de las luchas contra el terrorismo internacional.

Por supuesto que, en las actuales circunstancias políticas, después de la reelección de Mr. Bush, los pueblos han aprendido demasiado, y nadie se deja engañar, sabemos que estamos ante un nuevo proceso de fascismo con la pretensión de realizar Los Estados Unidos de América, una nueva redistribución territorial del mundo, de un nuevo tipo de neocolonialismo disfrazado, en busca de apropiase de las riquezas de los pueblos; petróleo, oro, tierras en fin de todo. Bajo una nueva cruzada religiosa, cuyos dioses en esta ocasión no están en el cielo, ni tienen sus fundamentos y preceptos, un basamento teológico, todo lo contrario, es bien terrenal, su filosofía, "LA AMERICA WAY OF LIFE" y su Biblia, el dólar, y su iglesia y sacerdotes; las tropas imperiales y su descomunal arsenal de armas y bombas destructoras, las cuales son utilizadas al son de su himno genocida contra la población civil, sembrando el pánico, heridos y muertes entre la niñez, mujeres y ancianos indefensos. Para demostrar su prepotencia y hagemonismo militar. Y, cual San Miguel Arcángel, los ejemplos del castigo sagrado son bien elocuentes, sí no hacen lo que ordeno y quiero, sufrirás lo mismo que en: Kossovo, Croacia, Bosnia, Servia, Palestina, Afganistán e Iraq. No, no importa la comunidad internacional, ni el orden mundial; la ONU, ni el Consejo de Segurida. Porque los Estados Unidos, actúa bajo el imperio de su propia ley.

Pero sería bueno recordarle a estos señores de la guerra que, sueños iguales y pretensiones parecidas ya el mundo ha conocido en el pasado y que, creyeron erróneamente que triunfarían sus obcecados y fanáticos ideólogos, y fueron derrotados definitivamente. Por eso, sería recomendable decirles a estos señores de la guerra:

"Remember el Falangismo, el Fascismo y el nazismo hitleriano".

Y hoy, ante la triunfalista atmósfera de la actual política guerrerista de la administración de MR. BUSH Y COMPAÑÍA, luego de los resultados de las recientes elecciones sería recomendable recordar que, hace 200 años Francia, Inglaterra, España y los propios Estados Unidos, fracasaron en subvertir a la revolución Haitiana y fueron derrotado por un ejercito formado mayoritariamente por ex esclavos contra la elevada tecnología militar de la época. Fecha ésta que la humanidad progresista celebra con cálido afecto y elevada admiración.

No se hagan ilusiones en vano que, van a morir de desengaño. Es recomendable que lean la historia. Con Cuba y con el heroico pueblo cubano, pueden sufrir una irremediable derrota semejante a la que sufrieron hace 200 años con el pueblo haitiano las también triunfalistas tropas napoleónicas. Y por eso le decimos CUIDADITO que "LA HISTORIA PUEDE REPETIRSE"



Lic. Tomás Coa Herrera
Historiador e investigador
10 de noviembre de 2004




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(26 de agosto de 2005)


Cuba. Una identità in movimento

Webmaster: Carlo Nobili — Antropologo americanista, Roma, Italia

© 2000-2009 Tutti i diritti riservati — Derechos reservados

Statistiche - Estadisticas