Cuba

Una identità in movimento


Solidaridad cubana con Haití, y por su emancipación cultural

Tomás Coa Herrera


Hoy el pueblo haitiano enfrenta a uno de los enemigos más grandes que le dejó primeramente la colonización francesa-española-inglesa y posteriormente el estatus neocolonial que le impuso los Estados Unidos a los pueblos latinoamericanos bajo la archiconocida y de triste recordación Doctrina Monroe, que se preocupó únicamente por saquear las economías de los países de la región sin importarle, como es sabido, el desarrollo socioeconómico y cultural de los pueblos, pero que en el caso haitiano la herencia que dejó fue de una situación más crítica, ya que los indicadores de desarrollo de esta nación, desgraciadamente, son los peores de todos, no sólo de América, sino del mundo.

Lamentablemente cuando hablamos de Haití, no podemos hacerlo tomando en cuenta un pasado remoto, todo lo contrario, debemos y tenemos que refirnos a un presente angustioso, lleno de enormes dificultades y miserias. Sin embargo después del establecimiento de un proceso democrático, en donde los gobiernos de Preval y Aristide, respecivamente, han tenido la voluntad política de implementar un programa serio con vista enfrentar el analfabetismo, la incultura general y el índice de insalubridad existente en esa hermana nación antillana, lo que ha creado una expectativa de esperanza justificada, hecho este que ha despertado un espíritu solidario en la región con este hermano país.

Tomando en cuenta, el reconocido prestigio internacional de la Revolución Cubana y los resultados alcanzados por ésta, y las experiencias adquirida en el sector educacional, los nuevos gobernantes haitianos se dirigieron a la dirección de la Revolución solicitando colaboración y asesoramiento para emprender primero un plan nacional de alfabetización tomando en cuenta las dificultades de la geografía haitiana, así como las características socioeconómica e idiomática del país, ya que la mayoría de la población sola habla el creol o el patua, además con un índice de analfabetismo de más de 45 por ciento.

En 1999 se hizo efectiva esta colaboración cubana viajó una delegación a Haití la que tuvo como propósito inicial, organizar y planificarlos los objetivos, así como proyectar un programa nacional de alfabetización. Asimismo elabora una estrategia global del Plan de Ejecución del Programa Nacional de la alfabetización. Así como la confección de la cartilla y el manual del monitor. Este programa nacional de la alfabetización en Haití tiene sus peculiaridades, puesto que su soporte fundamental es con la utilización de un medio totalmente novedoso, que es la radio nacional o regional dentro del proyecto de la alfabetización a distancia, esta se combina con la actividad presencial.

Según nos informa el Lic. Eduardo O'Relly cuadro de Educación de provincia La Habana, quién estuvo 2 años en Haití, formando parte de la delegación cubana, y entre sus responsabilidades estaba la de trabajar como uno de los asesores del gobierno haitiano.

El Lic. O'Relly nos informó que en Haití la estructura de la división territorial es departamental, existen 10 departamentos de los cuales en 3 se trabaja en el proyecto de alfabetización, Plateau Central, Sur Est y Oeste. Entre las actividades que realizaban los integrantes de la delegación cubana de educación consistían en la capacitación técnica y metodológica de los profesores haitianos que imparten el español como segunda lengua. Además se trabajaba en el desarrollo de las habilidades de la práctica integral(expresión oral, escritura, lectura y audición). También de forma colateral se llevó a cabo un trabajo especial con un programa de atención a niños de edad de preescolar mediante el empleo de técnicas y un programa con la utilización de los métodos de vías no formales con el objetivo de enseñar y al mismo tiempo paliar la carencia de círculos infantiles.

Por supuesto, el trabajo fundamental que se realizó era el de organizar y estructurar el plan y programa de alfabetización así como la capacitación del personal nativo con la finalidad de entrenarlos y también pensando, perspectivamente porque eran ellos los que definitivamente continuarían en este trabajo habida cuenta que el proceso de la alfabetización en este país no es de un año sino, lamentablemente, de muchos más.

Si bien es cierto que en julio del 2001 regresó de Haití la delegación cubana, se puede decir con satisfacción que, nuestra representación educacional logró cumplimentar los objetivos que se habían trazados con su misión durante la Estancia en ese país. El personal docente nativo fue adecuadamente entrenado, se elaboró un programa nacional de alfabetización en el cual se establecieron las líneas metodológicas necesarias y se crearon los medios de trabajo para emprender esta colosal tarea. Por otra parte, se mantienen los vínculos y consultas entre el personal docente y el Ministerio de Educación de Haití con el Ministerio de Educación de Cuba, así como con los especialistas que trabajaron en esta misión, de manera, tal que se le siga dando seguimiento y asesoramiento desde Cuba a esta actividad.

Durante la visita oficial que posteriormente cumplimentara a nuestro país el presidente Jean Beltrand Aristide, hizo públicas declaraciones sobre los fructíferos lazos existentes entre dos países nuestros, Haití y Cuba, expresando la gran satisfacción que él y su gobierno sienten por los excelentes resultados alcanzados en el terreno de la colaboración, haciendo referencias al destacado papel que están llevando a cabo los médicos cubanos y también dijo frases de reconocimiento al trabajo abnegado que realizaron los maestros cubanos, quienes con sus experiencias, profesionalismo consagración habían trabajado conjuntamente con los docentes haitianos para organizar, preparar y crear el programa nacional de alfabetización, señalando además, que el trabajo que se ha hecho ha sido también muy complaciente y que continua.

Con estas valoraciones expresadas por el presidente Jean Beltrand Aristide compartida también por las autoridades cubanas se puede concluir que han sido positivos los esfuerzos y los sacrificios de los profesionales de la educación quienes por 2 años convivieron en condiciones difíciles y lejos de sus familiares, pero los resultados alcanzado son la compensación de todos, inscribiéndose ello como un bello gesto solidario cubano con el hermano pueblo haitiano.



Lic. Tomás Coa Herrera
Historiador e investigador
Ciudad de la Habana, 26 de agosto del 2001




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(26 de agosto de 2005)


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