Cuba

Una identità in movimento


Paradigmas y paralelismo políticos de las Revoluciones haitiana y cubana

Tomás Coa Herrera


Haití  Cuba

A pesar de que hay una diferencia cronológica considerable entre las Revoluciones de Haití y de Cuba de cerca de dos siglos, aunque sí tomamos en cuenta, el inicio de la gesta independentista desde el "10 de Octubre de 1868" solo había transcurrido 62 años. Pero hasta el 1º de Enero de 1959 fecha que marca coincidentemente el triunfo de la Revolución Cubana, no deja lugar a dudas que existen innegablemente hechos políticos que la identifican tanto en su proceso de lucha y desarrollo interno como en su significación y repercusión entre otro por la práctica consecuente que ambas tuvieron en el terreno internacional. Particularmente, en lo que se refiere a la repercusión política e influencia para el continente americano. Cuando triunfó La Revolución Haitiana, se trataba, primeramente, de una nación antiesclavista, libre e independiente, gobernada por un estado multiracial, teniendo como cabeza de la pirámide social, a los descendientes de los esclavos africanos, negros y mulatos libres y liberto y a los propios exesclavos. Y que éstos habían llegado al poder mediante una tenaz y cruenta lucha armada victoriosa contra el ocupante extranjero y las fuerzas coloniales asentada en el país, que representaban los intereses de sus metrópolis, que derogó los cimientos jurídicos de la esclavitud, el Código Negro, vigente desde 1685 y promulgó la primera legislación antiesclavista, independiente y popular del Tercer Mundo, además creo un ejercito propio escudo y salvaguarda de ese estado. En este caso habiendo derrotado inobjetablemente en el terreno militar a las tropas napoleónicas que habían venido precedidas grandes triunfos en las campañas europeas.

Y aquí en Haití, los soldados y oficiales que integraban el ejercito independentista compuesto por esclavos y dirigidos por oficiales que también habían sido esclavos.

Dieron una lección a la soberbia y orgullo del invasor en la Batalla de Vertieres, el 18 de noviembre de 1803, derrotándolo y proclamando la independencia de Haití el 1º de Enero de 1804. Constituyendo, prácticamente, este insólito hecho en un ejemplo negativo inaceptable no sólo para Francia, sino para todas las potencias dominantes de entonces en el continente americano.

Igualmente, para que no quedara dudas de la moral combativa de estos soldados, con anterioridad este mismo ejército había derrotado a los ejércitos de Inglaterra y España, que se encontraban en medio de una gran disputa con Francia, por el dominio territorial de Haití, Las Antillas, América y del mundo. Sin embargo, para los pueblos latinoamericanos y caribeños esto se convirtió en un ejemplo importante y en un acicate en los inicios de sus gestas independentistas.

Fue Haití, por un período largo de tiempo, la llamada manzana de la discordia. Puesto que franceses, españoles, ingleses y hasta la naciente nación que surgió de "Las Trece Colonias", Los Estados Unidos de América, se vieron envuelto en el conflictos políticos, comerciales y en el caso de los tres primeros también de carácter militar que, por más de una década se desarrolló en este país, cuyas incidencias políticas se hicieron sentir fuertemente, en el resto de Las Antillas y en el continente americano. Además desde el punto de vista económico Haití era conocida como "La Perla de Las Antillas", sus mercancías casi eran imprescindibles para el comercio de dichos países. Por otra parte, ha quedado ampliamente demostrado que en las pretensiones de dominio continental la posesión de Haití no sólo era para los franceses un elemento estratégico sino fundamental en su politica colonial. Francia, en la era napoleónica pretendía a través de Haití no sólo perpetuar su control sobre los territorios coloniales del área, sino que en la geoestrategia de Napoleón estaba dirigida a utilizar el territorio de su colonia más productiva y rentable como base para llegar a la Luisiana y de allí a Washington para recolonizar a Los Estados Unidos, en ese bajo el pabellón francés.

Pero este cuadro no sólo se manifestó durante las luchas por alcanzar la independencia de Haití, sino que después de adquirida ésta, tal y como si fuera un consenso o un acuerdo "out of differences", estas mismas potencias europeas y Los Estados Unidos, llevaron a cabo una acción agresiva contra Haití, lo que hoy día conocemos como una acción global de los poderosos en siniestra y criminal agresividad contra un pueblo de una pequeña nación recién liberada, pretendiendo por todos los medios posibles legales e ilegales destruir primero la imagen de este ejemplo y después desviar y derrocar a la propia revolución triunfante. Como se podrá observar más adelante en este trabajo, fue precisamente Francia la que encabezó esta despiadada política neocolonialista, no se quedaron detrás Inglaterra y España, y más tarde Los Estados Unidos aterrados por el ejemplo antiesclavista de esta revolución para los millones de esclavos en el sur, que según ellos ponían en peligro no sólo la estabilidad política, sino la propia economía que descansaba, fundamentalmente, en la mano de obra esclava. Incluso se da el curioso caso de que a pesar de que los conflictos militares entre éstos, particularmente, entre Inglaterra y Francia, no había cesado, en cuanto a la política contra Haití ambas seguían la misma coincidencia de hostilidad y de revanchismo visceral.

Las pretensiones de los racistas y colonialista fue demostrar que Haití era ingobernable debido, entre otros, a la incapacidad e incultura de los exesclavos, justificar la necesidad de un amo europeo para dirigir la nación y la condición subhumana, en general del negro africano. Desdichadamente, para los colonialistas y esclavistas estos argumentos habían sido destrozados en el periodo de Toussaint Louverture, puesto que la economía, no sólo se mantuvo, sino que alcanzó un esplendor extraordinario cumplimentando Haití sus compromisos comerciales y deberes internacionales. Se demostró a través de Toussaint y sus colaboradores el buen funcionamiento de la nación bajo el gobierno de los exesclavos. No hubo revanchismo ni excesos contra la población blanca dirigidas desde el poder. Fue ocupada la parte española y fueron respetados todos sus recurso, incluyendo los fondos monetarios. Se hizo la primera constitución de carácter popular en el mundo La Constitución de 1801 que derogó el oprobioso Código Negro vigente desde de 1685 por Francia, que legitimaba el sistema esclavista.

Por supuesto Francia que, consciente de que tenía privilegios a su favor con respecto a las demás potencias; su conocimiento de los recursos y posibilidades económicas de Haití, también poseía una considerable influencia en la descendencia criolla, incluyendo a los mestizos y negros que habían sido oficiales del ejército francés. Todos estos elementos favorable, además de otros más siniestros, los utilizó contra la joven nación haitiana.

La primera acción contra Haití fue el asesinato del general Jean Jacques Dassaline, El Gran vencedor de las tropas napoleónicas, quién apenas a tres años del triunfo, fue víctima de una acción criminal. Aunque no existen evidencias probatorias que demuestren a los autores intelectuales de esa acción hasta el presente, el dedo acusador apunta hacia los más interesados en su muerte. Después de la desaparición física de Dessaline, prosiguieron con los intentos por desacreditar a esta extraordinaria figura de la patria americana y del mundo, vistiéndolo de los peores defectos humanos y políticos...

Posteriormente, vendría la imposición de un bloqueo impuesto por Francia que además no reconoció a Haití, y logró que, prácticamente, se aislara a este país. Además de imponerle que pagara durante más de un siglo, 90 millones de francos como compensación por no ser más esclava y por el reconocimiento de su independencia.

A diferencia de lo que pasó con Las Treces Colonia, que Inglaterra siguió comerciando con ésta y la reconoció de inmediato. Los Estado Unidos demoraron 28 años en reconocer a Haití, y con antelación, el presidente de Estados Unidos Jean Monroe, en 1823 aprobó una declaración del senado en la que se condenaba a Haití como a una nación integrada por gente de color que incitaban a la rebelión en los países vecinos.

En cuanto a España, demoró 32 años para reconocer a Haití, sin dejar de conspirar y participar en todas las maniobras y rejuegos en contra de esta joven nación. Además de levantar en sus colonias y de modo particular en Cuba, el terror al negro como campaña racista, en evitación de la repetición de sublevaciones o revoluciones como la haitiana. Hubo a partir de los acontecimiento de Haití casi una obsesión por tener un control de la proporción de la población cubana entre blancos, negros y mestizos. En Cuba hasta hombres de la talla de J. A, Saco recomendaron blanquear la composición étnica y racial cubana. Lamentablemente, esta campaña creó serias secuelas en Cuba y sembró principios racista a niveles sociales que incluso afectaron las luchas independentistas y más tarde en el período de la pseudo-república, Estados Unidos alimentó y utilizó este elemento de división, basadandose en la practica maquiavélica de divide y vencerás.

Pero, a pesar de la actitud internacionalista consecuente de la joven nación Antillana, que a riegos de entrar en un nuevo conflicto militar con España, acogió a Bolívar, le prestó protección, le dio armamentos, municiones, suministros de todo tipo y las embarcaciones necesarias, para que llevara a cabo su "Campaña Admirable", sólo Guatemala tuvo el coraje de reconocerla. Y, cuando en 1826 se convocó por Bolívar a la Reunión Panamericana en Panamá, Haití fue excluida.

Por último, se produciría años más tarde un levantamiento militar en el territorio de la Española, que produciría una guerra por la independencia y la división en dos países de la isla de Santo Domingo.

Durante estos doscientos años la coherente e invariable política anti haitiana de Francia y de las potencias coloniales europeas y Estados Unidos, que han llevado a cabo contra el querido y respetado pueblo de Haití, que a pasar de haber sido el país más prospero de Las Antillas, primer productor de azúcar, lo forzaron a ser importador de este producto y ser una de las naciones más pobre del planeta con un índice de insalubridad de más baja cobertura asistencial. Solo a partir de la ayuda internacionalista de Cuba se ha logrado revertir considerablemente este negativo indicador de salud. Y poner a funcionar el único ingenio azucarero que tiene en la actualidad.

Todas estas potencias y en particular Francia, han trabajado arduamente en eso 200 años por hacer olvidar el pasado, modificar o corregir los hechos históricos en beneficio de las metrópolis y para ello, han creado una base de apoyo, una importante parte de la burguesía nacional y los llamados seudos intelectuales, blancos, negros y mestizos que tienen los pies en Haití, el corazón y la cabeza en Europa o en los Estados Unidos, ambicionan ser franceses, ser un territorio de ultramar en vez de independientes. Para Francia la cuestión haitiana, aun no se ha dejado de la lado. Consideran que su obstáculo mayor en lograr su objetivo han sido los Estados Unidos, demostrando con ello una vez más su desprecio al pueblo haitiano y su ignorancia del patriotismo de los hijos de Toussaint y Dessaline.

A partir de la reunión Internacional Contra El Racismo que convocó la ONU, en Durban, Sud África, en el año 2001, en que se condenó a la esclavitud como Crimen contra la Humanidad. Haití decidió reclamar a Francia oficialmente la devolución de los 90 Millones de francos que le hizo pagar como compensación por más de un siglo. Éstos fondos se emplearían en acciones de beneficios sociales. Inicialmente hubo rechazo galo pero después, el canciller francés nombró a su asesor para América Latina, al celebre y polémico Régis Debray, para entablar conversaciones sobre el tema con el gobierno de Aristide. Lo que implica, en principios, un reconocimiento a su ineludible responsabilidad histórica.

En lo que respecta a Cuba y a las semejanzas del camino recorrido por obtener su definitiva independencia con respecto a Haití, para tener un indicador que demuestre la semejanza con el proceso haitiano, en este ultimo comienza la etapa final de su lucha, con el levantamiento de la sublevación que dirigió el esclavo Makandal, que duró desde 1751 hasta 1758, cuando fue apresado y ejecutado. Luego con la nueva sublevación de esclavos dirigidos por el sacerdote del vudú de origen jamaicano Bouikman, en los sucesos de Bois-Caiman en agosto de 1791 que incendió la lucha y dio surgimiento de los hombres que posteriormente culminarían la independencia de Haiti, son los casos de Toussaint Louverture, Jean Jacques Dessaline, Jean Christophe Pétion y otros. Por ello, el 1º de Enero 1804, alcanza, definitivamente, Haití su independencia de Francia.

Con la declaración y el levantamiento armado de Carlos Manuel de Cespedes, y su seguidores y la proclamación de la lucha por alcanzar la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud, en el ingenio "La Demajagua", en Bayamo, el "10 de Octubre de 1868", se inició, escasamente, a 64 años de la proclamación de la independencia de Haiti, el 1º de Enero de 1804, la gesta indenpendentista cubana que después de pasar por 3 guerras y el haber desrochado coraje y sacrificios y la vida de la mayoría de sus patriotas más célebres en los campos de batallas, por sólo citar algunos, Céspedes, Martí, iniciadores de la primera y última guerra independentista respectivamente, ademas del pensador politico e inspiración del pensamiento más revolucionario de Cuba y America en su época, en el caso de José MARTÍ, y Antonio Maceo y Grajales, el genio político militar más sobresaliente del ejército mambí. Cuba vio frustrado en ese momento sus propósitos con la intervención norteamericana, al iniciar dicho país la guerra contra España y más tarde materializar sus anhelados sueños monroista y de la "fruta madura", de ocupar a Cuba. Después tras más de 50 años de república neocolonial e incesantes luchas sociales y políticas contra los gobernantes títeres, representantes de los intereses norteamericanos, en isla, en estas se incluyen las luchas contra la dictadura machadista derrocada por las fuerzas populares, y que fue frustado, nuevamente por las maniobras norteamericanas, en 1933, Posteriormente el 10 de marzo de 1952, se interrumpe definitivamente el falso ropaje democrático en Cuba puesto que Estados Unidos acude a su carta de triunfo, el GeneraL Fulgencio Batista y Zaldivar, quién da un golpe de Estado Militar, frustrando el proceso electoral en el cual no tenía ningún tipo de posibilidades.

Se inicia así el ultimo y más sangriento período de la etapa repúblicana cubana. Todas las vías sociales y políticas fueron truncadas por la dictadura batistiana, se cerraron todos los caminos legales de protestas contra ese estado de cosas. Y, en medio de esa crítica situación política un grupo de jovenes, la inmensa mayotía desvinculados de las organizaciones partidarias tradicionales, teniendo como lider a un joven abogado Fidel Castro Ruz que bajo la inspiración política de Martí y de su ideario independentista, el 26 de Julio de 1953, asaltan la principal fortaleza militar de la provincia oriental, Santiago de Cuba, el Cuartel Moncada. Si bien desde el punto de vista militar no se alcanzó el objetivo y fueron derrotados, constituyó el despertar patriótico, y el inicio de la última etapa de la lucha por la definitiva independencia de Cuba, la cual después del desembarco del Granma, el 2 de Diciembre de 1956, liderado por Fidel Castro, al frente de la expedición y comandado por el "Movimiento 26 de Julio", como jefe político y militar cuyas acciones más fundamentales fueron; las luchas en la Sierra Maestra, la invasión desde la Sierra Maetra hasta Las Villas de las columnas guerrilleras comandadas por los comandantes Camilo Cienfuegos y El Che, las luchas insurreccionales en todo el país con gran destaque en las acciones en La Habana con el Asalto al Palacio Presidencial, el 13 de Marzo de 1957, comandado y dirigido por el Directorio Revolucionario y el levantamiento del 30 de Noviembre de 1956, en Santiago de Cuba.

Durante 7 largos, sangrientos y angustiosos años de lucha contra la dictadura de Batista, 20.000 de los mejores y más valiosos hijos de Cuba ofrendaron sus vidas luchando o fueron victimas de magnicidios de la dictadura. Pero otro 1º de Enero de 1959, en América, en este caso también en mayor isla de Las Antillas, en un territorio geográficamente cercano a la hermana república de Haití, triunfaba La Revolución Cubana y lograba con ello su última y definitiva independencia, abriendo además, no sólo para los cubanos sino para todo el continente y el tercer mundo, una esperanza alcanzable y el inicio del periodo de liberación nacional y la lucha contra el colonialismo y neocolonialismo.

Hoy a 200 años de la proclamación de la independencia de Haití y a 45 años del triunfo de la Revolución Cubana, ambas surgieron un primero de enero glorioso, se evidencia no sólo la coincidencia en la efeméride, sino en el alcance de sus objetivos y en los postulados que representan en la historia; la revolución haitiana, la lucha contra la oprobiosa esclavitud, el racismo y el colonialismo y por la independencia nacional, siendo la primera en abrir ese camino por el cual transitaría, después todas las naciones del continente americano y el tercer mundo. Y, Cuba, la primera nación socialista del hemisferio occidental, también surgida en el continente americano, ha construido una sociedad libre de la explotación del hombre por el hombre, es decir del sistema capitalista, en donde los recurso humanos, científicos y naturales son por y para el beneficio del hombre libre de mezquinos fines de lucro y de explotación comercial. Teniendo, además, la revolución haitiana y la cubana identidad de principios en cuanto al internacionalismo desmostrado cada una en su época por la revolución haitiana con sus hermanos latinoamericanos,y Cuba con la práctica de su internacionalismo y la silidaridad consecuentes con todos los hermanos de de América y del mundo, bajo los pricipios leninista, martianos y fidelista. Por lo que tanto la Revolución de Haití como la Revolución de Cuba, han demostrados sus coincidencias y establecen un nexo y, "Paradismas y Paralelismo Políticos-Histórico", para América y el mundo.



Lic. Tomás Coa Herrera
Historiador e investigador




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(26 de agosto de 2005)


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