Cuba

Una identità in movimento


Siempre habrá sol

Adys M. Cupull Reyes


Nunca podrà ser olvidada aquella mañana de 1953, a partir de la cual, todas las que le siguieron fueron totalmente diferentes, porque desde entonces, José Martí volvió a ser guía y mentor de la Revolución Cubana. El poema de Jesús Orta Ruiz, "Premio Nacional de Literatura", titulado: "Era la mañana de la Santa Ana", es un canto al 26 de Julio, describe el glorioso momento vivido por los aguerridos jóvenes cubanos que asaltaron el Cuartel Moncada. Los versos del poema y estos días de julio, fueron la inspiración para meditar en el porqué siempre habrá sol.

La luz sigue y seguirá alumbrando, nada ni nadie podrá extinguirla. La llama de todos los mártires y héroes seguirá encendida en la marcha victoriosa de la Revolución. Durante estos dos últimos meses se han publicado datos y cifras acerca de los estudiantes graduados de las diferentes carreras y niveles de escolaridad. Un breve recuento muestra la "mañana nueva", de la juventud cubana y el cielo risueño del que habla el poeta.

Cuando recien comenzaba el curso escolar, se graduaron tres mil doscientos treinta y siete estudiantes como Instructores de las Escuelas de Arte, en música, danza, plástica. Una alborada asomó por el horizonte: se aseguraba la formación integral de los niños y adolescentes. Nada fue en vano. Estos jóvenes, Bachilleres en Humanidades, trabajaron y continuaron sus estudios universitarios. Ellos forman la Brigada de Instructores de Arte que lleva con decoro el nombre de José Martí.

Junio y julio han sido meses de agasajos y júbilo para la juventud cubana. Finalizó el curso escolar y los resultados satisfactorios fueron compartidos con amigos, y familiares. En todo el país se disfrutó el bullicio del triunfo, la felicidad del mérito, sin olvidar aquella mañana de julio "pintada de rosa y de grana", como dice el poeta.

Los rostros alegres, saludables, de los más de mil doscientos nuevos oficiales egresados de las escuelas interarmas generales Antonio Maceo, de La Habana y José Maceo, de Santiago de Cuba; del Instituto Técnico Militar José Martí; la Academia Naval Granma; la escuela militar Comandante Arides Estévez; y la Escuela Nacional de Tropas Especiales Baraguá, representan la imagen de un mundo mejor. Esta graduación del curso 2004-2005 fue dedicada al "Aniversario 52 del Asalto a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes", se efectuó en la Tribuna Antiimperialista José Martí.

Una nueva promoción de enfermeras y enfermeros emergentes de mil cuatrocientos cincuenta y ocho alumnos recibieron su título profesional el día 12 de julio. Ellos enriquecerán con su especialidad el Sistema de Salud Cubano.

La labor educativa fue más allá del mar. El 14 de julio, llegó procedente de la República Bolivariana de Venezuela, la avanzada del EJERCITO DE LUZ: sesenta y ocho profesores y diecinueve cuadros de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, formaron el primer grupo de asesores de las misiones educativas e iniciadores de la hermosa Misión de la Alfabetización. Fueron condecorados indistintamente con la Orden al Mérito en el Trabajo, y la Orden al Mérito Francisco de Miranda, impuestas por el presidente venezolano Hugo Chávez.

En la tierra natal de Simón Bolívar, ellos ayudaron a crecer y ascender con la luz del saber a un millón, cuatrocientos treinta y seis mil, seiscientos treinta y siete venezolanos que no sabían leer ni escribir, participaron en las misiones educativas: Ribas, Robinson y Sucre; y contribuyeron a que tres millones ochocientos mil estudiantes venezolanos se incorporaran a las diversas fases de superación.

Una pléyade de médicos cubanos y personal del Servicio de la Salud colaboran en el programa que desarrolla el Gobierno bolivariano, se informa que ya se ejecutan sesenta y cuatro obras de la Salud que servirán de base al revolucionario programa Barrio Adentro. En Cuba, cada año ingresan a la carrera de Medicina entre cinco mil y siete mil jóvenes. A esta carrera se incorporan diez mil estudiantes de América Latina y otros pueblos del mundo. ¡Qué ciegas estaban las manos de aquel que arrancó los ojos, los ojos de ensueño, los ojos de Abel! Los ojos de Abel, (de los versos del "El Indio Naborí", en su canto al "26 de Julio").

Destacó la prensa la graduación de setecientos noventa y cinco ingenieros y arquitectos del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría . El día 16 de julio otro acto ocupó el espacio anunciando la graduación de los diferentes cursos académicos en el Instituto Superior del Arte, (ISA) formador de jóvenes artistas virtuosos y patriotas cultos y auténticamente revolucionarios. También recibieron su título académico, en este mes trescientos cincuenta oficiales de las FAR, estudiantes de los cursos de Superación Militar de la Academia de las FAR, general Máximo Gómez Báez.

Más de dos mil cuatrocientos ochenta estudiantes de la Facultad de Tecnología de la Salud del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, se graduaron como técnicos básicos en las especialidades de optometría y óptica, terapia, física y rehabilitación; y técnicos en laboratorio clínico, conquistaron con sus esfuerzos el lugar deseado para ofrecer un servicio de excelencia al pueblo.

Para educar en la instrucción del pensamiento, y en la dirección del sentimiento, como señaló Martí; ocho mil trescientos veinticuatro alumnos de los Institutos Superiores Pedagógicos y de Educación Técnica Profesional recibieron su título de Licenciados en Educación; labor realizada igualmente por los maestros emergentes, y profesores generales integrales. Ellos son creadores valientes, educadores de los nuevos tiempos y de la nueva escuela, que llevan a la práctica una enriquecida pedagogía moderna, martiana y cubana.

¿Y los médicos del alma? ese ejército de trabajadores sociales cuya nobleza y ternura llega hasta el más lejano u olvidado sitio. En el teatro Karl Marx se graduaron mil novecientos veintiséis profesionales, pertenecientes al Sexto Curso, con éste contingente, suman en total de veintiocho mil egresados de Cursos de Trabajadores Sociales.

Seguros, valientes, resueltos marchan los muchachos y muchachas cubanas, por los caminos de la ciencia y la cultura, en la nueva batalla, "La Batalla de Ideas", protagonistas de heroicos hechos solidarios, conscientes de la utilidad de su colaboración con otros pueblos, sin olvidar la historia de los héroes y mártires que alumbran los días y las noches de la Patria.


ERA LA MAÑANA DE LA SANTA ANA…
Canto al "26 de Julio"
De Jesús Orta Ruiz

Era la mañana
de la Santa Ana.
Mañana de julio, pintada de rosa.
Nadie presentía que saldría el sol
por la silenciosa
granja de Tizol.
Santiago el Apóstol, marchito, dormía
como derribado por la algarabía
de conga y charanga, locura y alcohol.
Era la mañana
de la Santa Ana.
¡Oh la incubadora
de la redentora
Granja Siboney!

¡Qué gloriosos gallos dieron a la aurora
viejas y olvidadas posturas de Hatuey!
Últimos rezagos de los carnavales
cabeceaban sueño, sudaban hastío
por las pisoteadas calles orientales.
Era el fin de alcohólico júbilo sombrío.
Pero no eran todos, todos los cubanos
los enmascarados, los indiferentes:
había cubanos con una quemante estrella en las manos,
abiertos los pechos, desnudas las frentes…
Eran los muchachos que movió el empeño
resuelto, suicida, del bravo Fidel
(¡Oh, los ojos tristes, los ojos de ensueño,
Los ojos de Abel!)

Iban decididos por la carretera.
Por todo el paisaje se abrió la bandera.
En la caravana de los inmortales
iban dos mujeres de pureza estoica:
también procedían de la Granja Heroica,
de la incubadora Mariana Grajales.
Eran soles previos que con su alborada
rasgaron la noche del Cuartel Moncada.
La patria en tinieblas vio sus cielos claros
a la luz precisa de urgentes disparos.
Era la mañana
de la Santa Ana.
La sangre vertida no fue sangre vana.
Para amanecer, los cielos oscuros
se pintan de grana,
de vivo arrebol
es el sacrificio de los cielos puros
para que haya sol.
¡Qué ciegas estaban las manos de aquel
que arrancó los ojos, los ojos de ensueño,
los ojos de Abel!
Los ojos de Abel
que ahora son estrellas de un cielo risueño
y alumbran el paso triunfal de Fidel.

Los mártires todos alumbran el día,
alegran ciudades, liberan el monte.
Ya escucho los cantos de Gómez García
en rápido tránsito de flor a sinsonte.
Oíd como canta su fecha bravía:
"26 de Julio. Heridas
por donde surgió la aurora,
alta fecha vengadora
de las fechas ofendidas,
caliente sangre de vidas
rotas por el heroísmo,
cuando traición y cinismo
bailaban sobre un calvario…
¡Oh, rocío necesario
a la flor del patriotismo!..."
Y le sigue un coro que sale de cada ventana:
¡Gloria a la mañana de la Santa Ana!
Coro que se alarga desde las ciudades
a las soledades
de monte y sabana:
¡Gloria a la mañana
de la Santa Ana!
Es la voz de toda la tierra cubana:
¡Gloria a la mañana
de la Santa Ana!

("Lecturas Ejemplares". Pueblo y Educación 1969. pag. 135 a 137)




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(23 de julio de 2005)


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