Cuba

Una identità in movimento


Editores cubanos quisieron publicar a Cabrera Infante

Francisco Forteza



LA HABANA, 4 DE MARZO (WORLD DATA SERVICE)

Una editorial cubana reveló en La Habana que hizo gestiones con el escritor Guillermo Cabrera Infante para que permitiera la publicación de algunas de sus obras en Cuba, pero el artista, fallecido el mes pasado en Londres, siempre se negó a autorizarlo.

En una respuesta enviada al diario español El País y distribuida por Internet a medios de la prensa extranjera en la Isla, Daniel García Santos, Director de la editorial Letras Cubanas, rechazó las versiones de "dos articulistas" que afirmaron en El País que

"... la obra de Guillermo Cabrera Infante ha sido prohibida en Cuba".

"Esto no es cierto. Los editores cubanos hicimos lo posible por lograr la publicación de algunos de sus títulos y, junto con su muerte, deploramos que en vida Cabrera Infante, de manera expresa, prohibiera que se le publicara en nuestro país, anteponiendo a la literatura y al conocimiento de su obra por el público lector cubano su obsesión política contra la Revolución, amplificada en sistemáticas declaraciones que la propaganda tendenciosa se encargaba de agigantar", escribió García Santos.

"Nuestra editorial, usando la intermediación de algunos escritores cubanos que lo conocían y que viajaban a Londres por diferentes motivos, hizo varios intentos por lograr su aprobación para publicar títulos representativos dentro de su obra, como Tres tristes tigres y La Habana para un infante difunto", reveló.

Agregó que

"... sin embargo, siempre chocamos o con la inaccesibilidad del autor, o con la negativa pública de no permitir que sus libros circularan en Cuba mientras viviéramos en Revolución".

"Quizá el ejemplo más ilustrativo haya sido las gestiones que se hicieron para publicar un cuento suyo en la antología Aire de luz. Cuentos cubanos del siglo XX, Editorial Letras Cubanas, 1999. Ante la imposibilidad de lograr esa autorización, el antologador (el escritor Alberto Garrandés) se vio obligado a añadir a su prólogo este post scriptum: 'Los escritores Guillermo Cabrera Infante y Norberto Fuentes, de quienes yo había seleccionado ya, respectivamente, En el gran ecbó y El capitán descalzo, no aceptan figurar en esta antología' (p. 15)", precisó la nota a El País.

"Era necesaria la aclaración, pues podía resultar incompleto para un trabajo que pretende dar un balance del género durante un siglo no incluir a esos autores. Se hubiera dicho, de no hacerlo, que 'el régimen' los había censurado", agregó.

García Santos subrayó que

"... nada más alejado del esfuerzo editorial que desde hace años viene realizando nuestra editorial con la literatura cubana que se crea fuera del país, y que hoy nutre nuestro catálogo de publicaciones con más de una treintena de títulos y un número mucho mayor de autores si consideramos las diversas antologías que los incluyen".

"Muchas veces hemos contado con la presencia de los propios autores en el país para asistir a las presentaciones de esos títulos", dijo la nota, "Nuestra intención nunca fue excluir a Cabrera Infante del panorama literario publicado en la isla. Por el contrario, ante su negativa de que se publicara en Cuba, la decisión fue colocar en bibliotecas sus novelas Tres tristes tigres y La Habana para un infante difunto", expuso.

"Guillermo Cabrera Infante en realidad se autoprohibió para los lectores cubanos. Esperamos que, como sucedió en el caso de Reinaldo Arenas, esa autocensura no sea legada a sus herederos", afirmó el director de la editorial cubana al periódico español que de edita en Madrid.

Fuente: RL/FFM



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