Cuba

Una identità in movimento

Henry Reeve, "El Inglesito"

Andrés García Suárez



El brigadier norteamericano Henry Reeve, "El Inglesito", es uno de los más significativos ejemplo de internacionalismo. La simple narración de su vida, cuya juventud entera la dedicó a luchar por la libertad de Cuba, parece producto de la fantasía.

Había nacido en Brooklyn, New York, el 4 de abril de 1850. Siendo un adolescente ocurrió el asesinato del presidente norteamericano Abrahan Lincoln, y dejó profunda huella antiesclavista en Reeve, que se incorporó a la guerra de Secesión entre los Estados del norte y sur estadounidenses, luchando en las filas del norte anti-esclavista contra los sureños que eran partidarios de la esclavitud.

Al estallar la Guerra de los Diez Años en Cuba, decide ponerse al servicio de la causa libertaria cubana y el 11 de mayo de 1869 llega por la bahía de Nipe a bordo del vapor Perrit, como ordenanza del mayor general, también norteamericano, Thomas Jordan.

A los cinco días del desembarco lo sorprenden tropas hispanas, capturan a Reeve herido, y lo colocan juntos a otros para fusilarlos. Lo dejan por muerto entre otros cadáveres, pero recupera el conocimiento, se aleja arrastrándose entre el monte, vaga solo, muerto de hambre, sin saber el idioma, hasta que es llevado por un grupo mambí que lo cura. Participa con singular arrojo en combates en oriente y Camagüey, y es uno de los hombres de Agramonte que participa en el famoso rescate de Sanguily.

Henry Reeve, por su valor y conocimientos militares, ascendió rápidamente, y en julio de 1873 ya es coronel, designado jefe de la caballería camagueyana. Dos meses después, al ir a tomar una batería española al machete, sufre una herida de bala de cañón en la pierna que queda arrancada desde el nacimiento del muslo. Desde entonces como no puede sostenerse a horcajadas sobre el caballo, combate amarrado firmemente a la bestia y así continúa dirigiendo a sus hombres en famosas cargas al machete, como un ángel vengador de la libertad y el derecho.

En diciembre de ese año 1873 es designado para comandar la brigada de Cienfuegos donde desarrolló importante acciones para las armas cubanas.

Ya en agosto de 1876 avanza desde la Ciénaga de Zapata a la sabana de Yaguaramas, con su tropa de cien hombres que lo adoran y que constituyen la avanzada de la Invasión. El 4 de abril los sorprenden una gran fuerza española de 400 hombres, y Reeve decide quedarse con 15 mambises protegiendo la retirada de su fuerza, para que no resulte aniquilada.

En el desigual combate le matan al caballo al que está amarrado y recibe dos graves heridas de balas en el pecho y la ingle, pero continúa combatiendo hasta que recibe otro disparo, y ante la inminencia de caer prisionero, se dispara su última bala en la sien, según han narrado los supervivientes de la acción.

Los españoles exhiben su cadáver en Abreus y en Cienfuegos, y aquí recibe sepultura en el cementerio de Reina, según consta en el registro de defunciones de la Iglesia Catedral, aunque no se conoce el sitio exacto del enterramiento en la necrópolis. Al caer Reeve en la sabana de Yaguaramas, tenía 26 años de edad y dedicó siete de su juventud fogosa a la causa de la libertad de Cuba, por ello lo recordamos con cariño y agradecimiento.


Fuente: http://www.5septiembre.cu/


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