Toda la región es considerada plena de hechos históricos. Para llegar a Pastina, atravesamos las montañas de la Liguria, donde se desarrolló una intensa lucha de los partisanos o guerrilleros, un movimiento armado de oposición al fascismo y a las tropas de ocupación alemanas instaladas en Italia, durante la II Guerra Mundial.
En horas de la tarde se realizó el acto de solidaridad en la ciudad de Pontremoli, provincia de Massa, en la sede del Partido de Refundación Comunista. El local está en un gran salón de una vieja fábrica. Observamos que entre banderas rojas, se encontraban imágenes de Marx, Lenin, Mao, Gramsci, Fidel, Tina Modotti, Che y otras personalidades revolucionarias.
Giuseppe Chiappini nos entregó un viejo libro de su colección personal referido a Gastone Sozzi e hizo un recuento de la historia de Cuba, del triunfo de la Revolución y su significado en América Latina y el Mundo y abrió un amplio debate de los retos que enfrenta la Isla y la percepción que a tanta distancia existe sobre el país. Según los organizadores era la primera vez que celebraban un acto con la presencia de cubanos en ese lugar.
El local estaba completamente lleno, entre los asistentes dos chilenas, Patricia Wacquez Nuñez y su hija Patricia Bustos, licenciada en Lingüistica, y soprano lírica, dedicada a la enseñanza de la música y el canto.
Fue familiar y agradable la presencia de madre e hija. Patricia Wacques nos habló de Aldo Lombardi, un gran amigo de Cuba recientemente fallecido y de su libro, El Alba del Che, catalogado como poema-épico por un distinguido escritor y crítico literario de Santiago de Chile.
Narró que Lombardi se lo entregó para que lo tradujera al español y publicarlo en Chile, con la intención de que la venta se utilizara en beneficio de los trabajadores de ese país y que llegara a Cuba como regalo. Su muerte inesperada y sorpresiva impidió cumplir ese deseo.
Conocimos a Aldo Lombardi, en la ciudad de La Spezia, hace algunos años, en ocasión de presentar nuestro libro Julio Antonio Mella y Tina Modotti contra el fascismo.
Recordamos la impresión que le produjo al luchador comunista y a sus amigos cuando conocieron que desde el puerto de La Spezia partió el barco fascista Italia, con destino a varios puertos de América Latina, entre ellos La Habana, con fines de propaganda y marcar un nuevo rumbo en la política exterior de Mussolini para América Latina.
Para ellos fue una información nueva, cuando detallamos en el libro que la nave partió de La Spezia el 18 de febrero de 1924 y que viajaban aproximadamente 700 personas, entre representantes de empresas industriales, comerciantes, artistas, militares, políticos y periodistas.
Cuando la nave llegó al puerto habanero, un grupo de estudiantes y obreros se concentraron para protestar por su arribo, entre ellos, Julio Antonio Mella. Los trabajadores portuarios decretaron el boicot a la carga y descarga del buque y en varios puntos de la ciudad también hubo protestas.
La llegada del barco al puerto de La Habana fue considerado un insulto a la dignidad. Desde que se conoció la noticia, Mella trabajó intensamente para organizar las manifestaciones. Escribió y divulgó un llamamiento titulado: "LA JUVENTUD ESTUDIOSA CONTRA LOS ASESINOS Y TIRANOS DE ITALIA", que circuló en diferentes sectores del país.
El manifiesto entre otros aspectos destacaba la forma en que Mussolini llegó al poder e instaurar el fascismo, la utilización de personas que habían perdido el hábito de trabajar y sentían placer en matar, asesinar, torturar. Mella se oponía a esta propaganda interesada en ocultar lo que era en verdad el régimen de Mussolini.
Refirió cómo se declaró único señor y árbitro de los destinos de Italia y afirmó que la Roma milenaria tembló como en la época de las invasiones de los vándalos, o del Condestable de Borbón.
Escribió que Mussolini disolvió el Parlamento, continuó con la mordaza a la prensa, el saqueo de las redacciones de periódicos y de los hogares de los enemigos políticos. Dijo que el asesinato se volvió a entronizar y a convertirse en virtud pública, como lo fue en la época de los Borgias y que los obreros fueron expulsados de las fábricas para dar los puestos a los esclavos del fascio. Las organizaciones obreras destruidas y las aspiraciones renovadoras de los estudiantes ahogadas en sangre.
Aldo Lombardi consideraba que era deber de todos los revolucionarios y progresista de La Spezia, luchar contra el fascismo y apoyar la Revolución Cubana como símbolo de amistad y para convertir ese nefasto viaje en algo permanentemente repudiado. Dijo en aquel encuentro, que los comunistas de La Spezia debían rendirle homenaje permanente a Julio Antonio Mella y a la Revolución Cubana.
En el hermoso y solidario acto de Pontremoli, nos parecía ver la presencia del amigo Aldo Lombardi, cuando se acordó enviar un saludo a los Cinco Cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González. Giuseppe Chiappini habló de la situación de los diez años que llevan en prisión, mientras que los terroristas anticubanos caminan libremente por las calles de Estados Unidos. En horas de la noche, junto a Marco Capelli y Aurora Rondini, asistimos a un concierto en la ciudad de Lavagna dedicado a Cuba.
Otro pequeño pueblo, nos esperaba, es donde vive, la profesora de la Universidad de Génova, Aurora Rondini. La estrecha carretera se adentraba entre las montañas por un terreno boscoso e irregular, que nos parecía inaccesible en algunos tramos y que como serpiente ascendía hasta las casas de piedras de la Edad Media, prácticamente sin habitantes, pues solo residen seis familias. Las viviendas son de piedras y en su mayoría parecen abandonadas. Ellas constituyen un ejemplo para apreciar el tránsito entre la arquitectura del pasado y la modernidad.
Este lugar conserva el viejo camino de los antiguos pobladores italianos, cuyo elevado y bien construido puente de piedras es una joya de la ingienería de esa época de reyes y monarcas, que nuestros amigos Ciccarelli y Marco Daneri nos mostraron. Al amistoso encuentro se sumó Lodovica Marini, quien habló sobre la importancia de los documentales que ya había visto.
El día antes de la partida compartimos en familia con Raffaele Ciccarelli, su esposa Carla Cuffini y su hijo Cesare. Apreciamos su biblioteca y los cuadros con paisajes de la campiña cubana.
Hablamos de sus investigaciones sobre los correos postales y las correspondencias antiguas; de la Tiscornia, enclave en la época de la seudo República en Cuba, que servía como cárcel para emigrados en la Fortaleza de la Cabaña de La Habana, terreno que fuera propiedad de un italiano nacido en Lavagna cerca de Chiavari.
Al despedirnos Ciccarelli nos entregó el más reciente de sus libros titulado "I Saraceni a Trigoso" donde aborda la religiosidad, historia, arte y cultura de ese lugar. Ciccarelli es estudioso del Medioevo y de sus tradiciones, especialmente de los temas del correo y las comunicaciones.
En el año 2004 se publicó su libro Historia del Correo del Departamento de los Apeninos de 1805 a 1814; y en el año 2006 un ensayo sobre las variaciones territoriales de la antigua provincia de Chiavari durante la época napoleónica, incluso en los actos del convenio internacional La Liguria del Mundo Mediterráneo al Nuevo Mundo bajo la direccion de Nicoletta Varani.
Cuando en la estación de trenes, nos despidió, junto a Marco Capelli, envió saludos al pueblo cubano y a Fidel y habló de la importancia del desarrollo de las relaciones culturales con la provincia de Granma.
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(18 de agosto de 2008)
