Cuba

Una identità in movimento

Rasgos "bantú" en la Santería

Rómulo Lachatañeré



Al estudiar la Santería, a la que en síntesis se puede considerar como un aporte no sólo de valores religiosos traídos por los africanos al país, sino también como un aporte político-económico a la transculturación de las culturas africanas, podemos concluir que esta expresión religiosa de los cubanos contiene en su esencia un proceso de toma y daca, al cual enseña a las claras la presencia de rasgos que proceden fundamentalmente de cuatro culturas africanas: la ewé, la ibó, la bantú y la yoruba. Posiblemente todas estas culturas, al tratar de integrarse en el ya intricgado mosaico cultural cubano, se subordinaron a las influencias yorubas, a tal extremo que por definición consideramos a la Santería como al sistema religioso de los lucumís.

Aventurando el criterio de que la influencia de las culturas yorubas (por razones político-económicas cuyo contenido puede encontrarse en el carácter especifico de la entrada de ese grupo en Cuba) constituye el denominador común en la transculturación de estas presencias africanas en esta forma específica de cultura o religión, nos parece oportuno discriminar los rasgos bantús y ponerlos en intercambio o choque y así facilitar el estudio en conjunto de los otros valores que se sedimentan en nuestro mosaico nacional.

Este grupo, ampliamente representado en el país de por sí, presenta características que fácilmente pueden aislarse y ser estudiadas aparte del continuo choque a que está sometido en lo que podíamos llamar la reacción química donde estos agregados moleculares o culturas, se integran y desintegran. Hecho esto nos encontramos con un buen caudal de información que bien puede contribuir al estudio de nuestra sociedad. Procedemos así en estas breves notas y después dejemos que la reacción siga su curso reversible o proceso de toma y daca, hasta lograr un equilibrio que constituya un ajuste definitivo de esos valores hacia lo que en definitiva constituirá una cultura genuinamente cubana.

Tratemos, entonces, en este brevísimo trabajo de discriminar al elemento religioso bantú y ver cómo éste se vació en la Santería. En seguida se verá que, a pesar de existir indicios para clasificar esta influencia bantú en un sistema de cultos que sus seguidores llaman la "religión mayombe", todavía es fácil trazar su subordinación al elemento yoruba que consideramos predominante en esta fase de la transculturación.

Mencionaremos sólo la identidad entre "santo" (transculturación de la deidad africana) y el santo del panteón católico, víctima también del proceso de toma y daca. Cuando examinamos un grupo de "santos" mayombes y los relacionamos con los "santos" lucumís, se ve de unmediato un gran semejanza en el criterio seguido para establecer la identidad con el santo católico. Así, por ejemplo, con la excepción de Yanza, la cual parece ser equivalente de Iyabza o Nzambi de algunas culturas en el Congo[1] y que representa el poder supremo en discrepancia con la identidad lucumí, las demás identidades siguen un patrón análogo al seguido para acoplar el santo católico y orisha.

Aquí daremos una lista de los "santos" que encontramos en La Habana.

  • Salabanda. Esta deidad es poderosa y corresponde a San Pedro. El criterio de que las llaves del cielo también fue usado para identificar al orisha Ogún del panteón lucumí. No obstante, el poder de este "santo" es sólo nominal, podríamos decir que es un presidente honorario, ya que los mayomberos transfieren la autoridad a Insancio o Siete Rayos, quien actúa como un agente conciliador en la incertidumbre política, social y económica del cubano.
  • Insancio o Siete Rayos. Como el orisha Shangó este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárbara, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también posee el oráculo y es especialista en psicosis. Es temperamental y amigo del azar.
  • Asambia es una deidad distinta a Yanza; en ella radica la idea suprema de Dios, cuyo concepto se ha eleborado bajo el patrón usado para dar tal categoría a Olofi u Olofin (posiblemente el alafin de Oyo) de los yorubas. Asambia vive en un plano muy elevado y no desciende para resolver problemas tan mínimos como el que uno de sus "hijos" acuda a El por haber sido lanzado al hambre por la violencia de la economía en la isla; pero cuando se dice "Dios mande", la expresión debe considerarse como una carta de recomendación y el acólito en infortunio es atendido.
  • Shola o Ashola Aguengue, corresponde a "la mulata", tiene una mata de pelo que llega a su cintura y una distrofia céfalo toráxica. Su identidad con la Virgen de la Caridad del Cobre está basada en las mismas conclusiones usadas por los lucumís para reconocerla como Oshún. Los mayomberos la llaman la Madre del Agua y le reconocen todos los privilegios y gracias que corresponden a la mencionada Oshún. Además la consideran como una guerrera y bien por madurez sexual o por sagacidad, dicen que no es molestada por la enfermedad mensual femenina y por eso le cantan:

Mi madre son Ashola Aguengue
Mi madre se va a la guerra
Mi madre son guerrerito

  • Mama Canata es la Virgen del Carmen. La identificación que los lucumís han hecho de esta virgen no es yoruba, sino que parece, según el doctor Ortiz, tener procedencia ewé [2], de ese modo se lo considera como Nana Bakurú o Bukurú. En la parte oriental de la isla esta deidad se identifica como San Emilio, patrón del terremoto.
  • Adongue o Centella Adonque es la Virgen de la Candelaria y en el panteón lucumí es Oyá. Mayomberos y lucumis la consideran como la dueña de la centella.

  • Luleno, el viejo, corresponde a San Lázaro, "el hombre de las muletas". Su equivalente yoruba es Baba-lu-Ayé, pero tanto los mayomberos como los lucumís, lo conocen bajo el nombre de Asuano; así uno de nuestros informantes nos dijo que Asuano era congo a la vez que lucumí.

  • Kisimba corresponde a San Francisco de Asís y es presumible que la aparición de este "santo" en el panteón mayombe tenga alguna relación con el Nkissismo estudiado por Dennet[3] entre los Bavilis de la religión Mayombe en el Alto Congo, cuya forma de religión es posible entrara en Cuba: aunque lo más aceptable es reconocer la entrada en nuestro país de sacerdotes Nganga Kissi, de donde puede que se haya derivado el término Kisimba, deificando a algún sacerdote de esta línea, como con respecto a algunas deidades, ha ocurrido en Haití. La identidad de San Francisco de Asís entre los lucumís corresponde a Orúnmila, Orunla u Orula y es el dueño del oráculo, especialista en dermatología y sabio, tres ingredientes que han servido de base para realizar la identidad mayombe.

  • Tiembla Tierra corresponde a la Virgen de las Mercedes. Este es un caso típico de transculturación. "Tiembla Tierra" es una expresión criolla, mejor dicho cubana y quizá signifique emoción desmedida o incapacidad de controlar este estado del alma y es curioso señalar que aunque no hemos trazado la correlación entre esta identidad y la establecida con el equivalente yoruba Obatalá, por el concepto que el pueblo tiene de esta expresión, muy bien se puede identificar a Obatalá con Tiembla Tierra. Las "hijas" de Obatalá, dicho por informantes, en el coito hacen temblar la tierra como la Soledad Montoya de García Lorca en esa búsqueda de su alegría y persona, también hacen temblar la tierra, porque el nudo que ata sus pasiones siempre esta al albedrío. Ahora bien, Obatalá entre los lucumí, no obstante sus debilidades es un "santo fuerte" y cuando viene por el camino de Oshanquirinan. realmente hace temblar la tierra y la Tiembla Tierra de los mayomberos perece ser un simbolismo.

  • Balaunde, corresponde a la Virgen de Regla, sin que sepamos el motivo. Tal denominación perece ser caprichosa y así no podemos aventurar ningún criterio que relacione esta identidad con Yemayá, deidad usada por los lucumís para reconocer a la mencionada virgen.

A las personas que siguen o adoran a los "santos" mencionados se les llama "mayomberos" y muchos de ellos también están identificados con los cultos lucumís y aunque nunca tuvimos oportunidad de participar de ningún festival mayombe, ni tampoco tuvimos noticias de éste, existe la posíbilidad de que éstos se realizan. Algunos informantes nos han facilitado himnos y plegarias que se supone se usen en tales rituales. No obstante, en el momento actual, parece que el ritual y parefernalia de los cultos mayombes se ha reducido a consultas entre "santeros" y acólito, entrevistas en las cuales la magia juega un papel esencial.

También es un rasgo característico de este manifestación religiosa el recelo que los "senteros" lucumís tienen de los mayombes y frecuentemente los últimos son acusados de practicar la magia negra, cosa que es posible, aunque es sabido que la magia negra también es un elemento existente en los cultos lucumís.

Aparte de toda especulación de que tanto los mayomberos como los lucumís, por la misma naturaleza del proceso que estos exponentes de culturas africanas sufren en nuestro suelo, funden todos estos ingredientes en un continuo proceso de transculturación y el porvenir de estas meinifestaciones depende de lo rápido que este proceso de precipitación y sedimentación de culturas ocurra, lo que fundamentalmente está gobernado por la política y transformación socio-económica del país.


    Notas

      [1] William Benthley, Pioneering in the Congo, N.Y., 1900.

      [2] Fernando Ortiz, Revista de Estudios Afrocubanos, v. 2, no. 1, 1938, p. 132.

      [3] Richard Edward Dennet, At the Back of the Black Man's Mind, London, 1906.




Tomado de: LÁZARA MENÉNDEZ, Estudios Afro-Cubanos. Selección de Lecturas, vol. 2, La Habana, Universidad de La Habana, 1990, pp. 183-189 (or. en la revista "Viernes", 1950)


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