Cuba

Una identità in movimento

Luz de amanecer. "No llueve, pero hay luz de amanecer y lloverá"

Adys M. Cupull Reyes



Sabine Faivre d'Arcier, escritora e investigadora francesa autora del libro "José White y su tiempo", nos habla acerca del cubano virtuoso que en el antepasado siglo recibió el Primer Premio en el Conservatorio de París, donde luego fue profesor de grandes figuras de la música, y de quien José Martí dijo:

"White tiene en su genio toda la poesía de aquella tierra perpetuamente enamorada, todo el fuego de aquel sol vivísimo, toda la ternura de aquellos espíritus partidos, cariñosamente vueltos a buscar entre las palmas a los que les fueron en la tierra espíritus amados".

"Yo honro en él a la vigorosa inspiración, y la ternura y la riqueza de mi tierra queridísima cubana. El debe el genio al alma, y el alma al fuego que la incendió y la calentó".[1]

Narra Sabine que el doce de marzo de mil novecientos dieciocho, a las dos y media de la tarde, murió el gran violinista y compositor cubano, en París, en la calle Bugeaud número nueve, a la edad de ochenta y dos años.

Y fue precisamente en este mes de marzo, en un encuentro con los alumnos de cuarto año de la Escuela Provincial de Música "José White" de Camagüey donde el profesor de Historia y de la Cultura Cubana de esa escuela, Francisco Luna, nos habló de su brillante talento, de la admiración que sentía nuestro "Héroe Nacional" por él y de como aquel día de 1860 en el que se le rendía homenaje a la poetisa y dramaturga cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, nacida en la vieja villa de Puerto Príncipe el 23 de marzo de 1814, él fue invitado, y le dedicó a la extraordinaria camagüeyana, la "Bella Cubana", una de las obras musicales símbolo de nuestra nacionalidad.

Cuenta Sabine Faivre que esa noche el violinista cubano tocó maravillosamente, que la gran sala del teatro Tacón de La Habana estaba iluminada y que cuando saludó vinieron a la mente de José, los grandes artistas que se habían presentado en aquel escenario. La Avellaneda hacía veintitrés años que se había ausentado; ella tenía cuarenta y seis; pero su porte seguía igual, airoso, elegante. Dice que mostraba sus hombros redondeados y llevaba alrededor de su cuello una cinta de terciopelo con un diamante.

El encuentro que sostuvimos Froilán y yo, con los estudiantes de la Escuela Provincial de Música de Camagüey "José White" fue en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Provincial "Julio Antonio Mella", a quien celebramos junto a profesores, periodistas, e historiadores el ciento dos aniversario de su nacimiento. Tamira González Jiménez, presidenta de la UNHIC en la provincia, presentó el libro "J.A. Mella y Tina Modotti contra el fascismo"; y posteriormente Juan Ramírez Pellerano rememoró a la ballerina Gilda Zaldívar.

Las actuaciones de los alumnos de la Escuela Provincial de Música "José White": Lourdes Riverón, Boyclet, y Juan Lisbón García, cerraron con la gracia y el dominio del arte de los jóvenes intérpretes de hoy, la actividad, una más entre las que programa cada mes la Biblioteca. Ellos nos hicieron ver a pequeños diamantes, salidos de la flauta, el saxofón y la guitarra.Y recordar los versos de la obra de White cuando se refiere a Cuba, esta isla, que el llamó "Tierra Adorada" y donde no se perderá jamás la luz del amanecer y el resplandor del sol.





Fuente: CUBARTE



30 de Marzo, 2005




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes


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