Cuba

Una identità in movimento

¡¡¡Maníííí...!!!

Armando Sáez Chávez



Entre los pregones más famosos de la musicología cubana está "El Manisero", del destacado compositor Moises Simons. En la pieza el autor toma del gracejo popular aquella inmortal estrofa que dice:

"... caserita no te acuestes a dormir / sin comerte un cucurucho de maní".

El también llamado cacahuete es una de esas maravillas que la naturaleza reservó para deleitar el gusto de los humanos. Pero, antes de hablar de sus múltiples bondades diremos que esta es una planta anual de la familia de la leguminosas y originaria de Sudamérica, probablemente de Brasil, donde los pueblos indígenas americanos lo cultivaban desde la antigüedad. Fue este uno de los grandes tesoros naturales que los "descubridores" pudieron exhibir a su vuelta a España.

Hay muchos tipos de maní, unos con semillas grandes y otros pequeñas. Las variedades de los primeros, generalmente se usan tostados como fruto seco y en confitería, mientras que las otras se prefieren para la fabricación de manteca y aceite. Algo muy importante a tener en cuenta es que una vez aprovechada la parte comestible, el resto de la planta constituye un excelente forraje para la alimentación animal.

Entre las principales virtudes de este vegetal sobresalen los valores nutritivos, especialmente la riqueza energética que posee. Baste señalar que sus semillas contienen entre un 40 y un 50 por ciento de grasas y alrededor del 30 de proteínas; con la ventaja adicional de ser una excelente fuente de vitaminas del grupo B.

En su forma natural hay quienes lo prefieren crudo o tostado. Sin embargo, en forma de manteca o aceite se considera una variante de extrema calidad para cocinar y aderezar ensaladas, entre muchos otros usos en la labor culinaria.

No obstante, para los entendidos en la materia el aceite de maní constituye un remedio muy efectivo en el combate contra los cólicos hepáticos y nefríticos, así como para las inflamaciones intestinales. Se dice que la forma más correcta de consumirlo, en tales casos, es tomar en ayuna una cucharada sopera de este concentrado. Eso sí, debe tenerse en cuenta la dosis con moderación, pues en demasía puede afectar a las personas obesas.

El empleo de esta leguminosa se extiende a otras ramas de la farmacología. Ella forma parte de múltiples preparados farmacéuticos tales como pomadas, emulsiones y otros muchos productos con fines terapéuticos.

La Agricultura Urbana en Cuba acogió entre sus subprogramas el cultivo de las leguminosas, y entre ellas ocupa un importante puesto el fomento del maní. Hoy por hoy en la provincia de Cienfuegos son varios los productores que tienen en sus tierras áreas dedicadas a este renglón agrícola. Hay ejemplos como el del campesino Raúl Barruetas, en Rodas, que posee una pequeña industria en la que fabrica dulce en barra y además extrae el aceite del cacahuete, gracias a una máquina construida por él.

¿A quién no le ha gustado entrar al cine con un cucurucho de maní o, tal vez en su lugar, un paquete de "rosita" de maíz (palomita en otros países) para completar el disfrute de una buena película? Por lo menos a mí me sucede: cada vez que oigo a un manisero, vuelvo la vista hacia él, con la boca hecha agua.


Fuente: http://www.5septiembre.cu/


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