Cuba

Una identità in movimento

Marinello, modelo de intelectual revolucionario

Julio Martínez Molina



Los comienzos de Juan Marinello Vidaurreta en el periodismo datan de mediados de la década del veinte, cuando edita con Rubén Martínez Villena, Julio Antonio Mella y otros intelectuales revolucionarios la revista Venezuela Libre. La actividad política la había comenzado antes, al intervenir en la Protesta de los Trece, durante 1923, así como en la fundación, también junto a Villena, de la Falange de Acción Cubana y luego en el Comité Ejecutivo del Movimiento de Veteranos y Patriotas.

Graduado con honores en Derecho Civil y Público por la Universidad de La Habana, pronto la vida, sus inquietudes cognoscitivas y compromisos éticos lo hicieron rebasar los ámbitos de lo estudiado, como tantos de los abogados de la historia cubana. Tomó partido a favor de la causa militante y expandió su talento hacia la literatura, el ensayo y la investigación.

Colaborador de Social, fundador de la Revista de Avance y de la Institución Hispano-Cubana de Cultura, integrante del grupo Minorista y codirector de la revista Política: así transcurre el segundo lustro de la década del veinte e inicios de los años treinta, antes de ser enviado al presidio por primera vez. Tras salir, y ejercer el magisterio en México, retorna a la Patria tras la caída de Machado, con las cenizas de Mella.

Vive años de intensa lucha revolucionaria, participa en congresos, hace nacer nuevas publicaciones — como Masas, órgano de la Liga Antimperialista de Cuba —, continúa enseñando... Su quehacer periodístico en el diario proletario La Palabra, el cual dirige, disgusta al gobierno, tanto como su anterior labor en Masas. Nuevamente va a parar a las rejas, entre el 16 de marzo y el 21 de agosto de 1935. En esta época cursa una serie de misivas a su amada María Josefa Vidaurreta — reunidas en Cartas a Pepilla, Editora Política, 1989 —, que deben ser leídas por todos los estudiosos de su figura, no solo porque demuestran el amor profesado a su pareja, suerte de motor impulsor de Juan por más de cincuenta años, como él mismo reconocería, sino porque en este conjunto epistolar son esbozados los ideales y aspiraciones por los cuales regiría su conducta.

A finales de los años treinta, viaja a París, España y Nueva York, y participa en importantes reuniones. Luego sería designado presidente del Partido Unión Revolucionaria, electo en 1940 a la Asamblea Constituyente y ocho años más tarde, candidato a la presidencia por el Partido Socialista Popular.

Durante todo este tiempo estudia con fervor al Apóstol, dando los primeros pasos de su conversión en uno de los mayores exégetas de su obra en la historia secular cubana. Quizá por ello, su amigo Nicolás Guillén estimó como su favor más grande a la Patria

"... el culto de Martí, que era en él cátedra servida, sin pausa ni desmayo y ejemplo de amor único".

José Martí, escritor americano; Martí y el modernismo y Once ensayos martianos constituyen tres volúmenes suyos harto valiosos en el sentido de apreciar la dimensión humanista y patriótica del autor de Nuestra América.

Los dos primeros de estos títulos los escribe en plenos años cincuenta, durante una etapa en la cual sufre prisión varias veces por su rechazo a la satrapía batistiana y su batallar en pos de la paz. Una paz por cuya lucha recibe la Medalla de Plata Joliot Curie, conferida por el Consejo Mundial.

A partir del triunfo revolucionario, identificado con el nuevo proceso social en curso, Marinello desempeña significativos cargos públicos, cumple disímiles misiones y prosigue su fructífero trabajo intelectual. El 2 de octubre de 1965 es designado miembro del Comité Central del Partido, distinción que redobla los bríos de su trayectoria militante y de su obra literaria, siempre aparejadas.

Marinello fallecería en 1977, a los 78. Ni la vejez ni la dolencia que lo herían frean su incesante labor. Todavía, a pocos meses de morir, este hombre lúcido, de aguda visión, que no desperdiciaba para escribir ni las tentadoras mañanas dominicales, dicta conferencias, escribe artículos y continúa defendiendo la causa siempre abrazada, fiel a su vocación por más de media centuria.


Fuente: 5 de Septiembre
http://www.5septiembre.cu/historia6.htm


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