Cuba

Una identità in movimento


Fidel y las crisis capitalistas... "Esperaremos, con paciencia, que la globalización se derrumbe". ¿Treinta años no es nada?

Wilkie Delgado Correa


En el artículo titulado Fidel, el primero que vislumbró desde su atalaya la actual crisis capitalista global. ¿Treinta años no es nada?, expuse las razones por las cuales correspondía a Fidel el mérito de haber previsto la crisis actual al vislumbrar los tornados y tormentas de las crisis del sistema capitalista imperante y sus denuncias con argumentos sólidamente fundamentados e integrales.

Sobre las bases anteriores, me limitaré a recoger una síntesis de sus ideas que pueden ser útiles para entender la esencia de su pensamiento sobre este asunto. Pero pienso que, ahora que todo el mundo habla de estos temas y todos le confieren una importancia de vida o muerte y se pronostica una larga duración y una incierta solución de la crisis, sería recomendable la edición de una obra completa, una selección escogida, que recopilara todo lo que Fidel ha aportado en ideas, en distintos momentos, vías y circunstancias, sobre el modelo capitalista irracional impuesto a los pueblos.

En la obra NADA PODRÁ DETENER LA MARCHA DE LA HISTORIA, entrevista concedida a Jeffrey Elliot y Mervin Dymally sobre múltiples temas económicos, políticos e históricos (1985), Fidel expresó ideas como éstas que recogemos, ante distintas preguntas, que reflejan su análisis visionario desde hace más de veinte años, en este caso, cuando nadie manifestaba preocupación alguna o no tanta sobre las consecuencias futuras del modelo capitalista impuesto a los pueblos, agravadas pocos años después por el derrumbe del socialismo en los países europeos, por el desarrollo de la globalización neoliberal y el surgimiento de las doctrinas de la "desideologización" y "el fin de la historia", el triunfalismo del papel del libre mercado, el fenómeno de las burbujas financieras y las desenfrenadas prácticas económicas especulativas. En fin, la aparición de los espectros variados de un sistema reinante como el dios Saturno.

Sobre las relaciones de Estados Unidos con América Latina, Fidel expresó:


"(...) Yo tengo la esperanza de que algún día Estados Unidos sean relistas en su concepción y en sus ideas sobre las relaciones con los pueblos latinoamericanos (...) Desgraciadamente, tales cambios de concepción suelen tener lugar cuando ocurren problemas y cuando ocurren crisis; por eso uno habla, explica, razona, tratando de hacer comprender que hay políticas equivocadas, que llevan muchos años de equivocación, y que esas políticas conducen a crisis".

"Yo estoy convencido de la inevitable crisis de la política de Estados Unidos con relación a América Latina, la vieja idea de actuar como propietario de los países de este hemisferio (...)".

"Pienso que un día esta política entrará en crisis, y creo realmente que se aproxima ese momento en que tal política va a entrar en crisis: la política de intervenir en todos los países de la América Latina, dictar pautas, decir qué tipo de gobierno tienen que elegir, qué cambios sociales pueden hacer o no pueden hacer; esa política va a entrar en crisis y en un período no lejano".


Sobre la economía de los Estados Unidos, Fidel analizó y expresó estas ideas:


"Yo considero que es absolutamente imposible que se pueda mantener un déficit de 200 000 millones de dólares en el presupuesto (se refiere al 1985) (...) A esto se suma un déficit comercial de 123 000 millones en 1984. Ese derroche no lo resiste ni la economía de Estados Unidos ni la economía mundial, puesto que se conoce que gran parte de ese dinero proviene de los países industrializados, y lo que es más grave, del Tercer Mundo".

"Vuelvo a sostener que no hay economía que soporte esa situación, y creo, sinceramente, que los resultados a corto o mediano plazo, van a ser desastrosos (...)".


Ante una pregunta sobre las causas por las cuales la comunidad internacional no había respondido con mayor rapidez a la crisis de la América Latina de entonces, Fidel enumeró las causas por las cuales los países desarrollados actuaban de ese modo:


"Primero: indiferencia, indolencia, despreocupación real por la tragedia económica, social y humana que están viviendo los países del Tercer Mundo".

"Segundo: pudiéramos decir, por la inconsecuencia y la irresponsabilidad, la imprevisión, en relación a los graves problemas políticos que existen, y sobre todo, los que van a ocurrir a corto y mediano plazo. Es posible que cuando los problemas hagan crisis — y va a hacer crisis —, adquieran conciencia y empiecen a preocuparse por estos problemas".
"Tercero: por egoísmo. Gozan de una relación privilegiada con los países del Tercer Mundo (...)".

"Cuarto: Se han acostumbrado a un sistema de privilegios, y no tienen ningún interés en renunciar a esos privilegios".

"La economía de esos países no lo pueden soportar, no lo están soportando ya, están tomando conciencia de este problema, están reaccionando y se va a crear una seria crisis. Si los países occidentales se empeñan en mantener este sistema de despojo, si no encuentran una solución, entonces, en mi criterio, se va a producir una explosión social bastante generalizada en América Latina".


Fidel abordó la práctica de los préstamos de los bancos a nivel internacional, algo que en los años posteriores se generalizó a empresas e individuos, especialmente en los Estados Unidos.


"Tradicionalmente los deudores iban a buscar a los bancos para pedirles dinero prestado; en los últimos tiempos esta práctica se invirtió. Los bancos acumularon enormes sumas, entre otras cosas recogieron los excedentes financieros de los países petroleros (...) y algunos países industrializados acumularon enormes cantidades de dinero. El papel de los bancos es movilizar el dinero, prestar dinero y ganar intereses. Entonces los bancos fueron a buscar a los prestatarios para prestarles dinero, y prestaron mucho dinero".

"Le voy a responder lo siguiente: lo que hace falta es que la deuda (externa) se cancele, porque eso va a beneficiar a los Estados Unidos, al comercio internacional y a todos los países. Creo que eso sería una gran ayuda para salir de la crisis; por el contrario, Estados Unidos está creando sus propias condiciones para una crisis mayor".

"Esos dos trillones (en armamentismo) no producen ni una aspirina, no resuelven un dolor de cabeza. Y algún día también la economía de Estados Unidos se va a lamentar de que las instalaciones industriales no sean más eficientes, más productivas, se van a lamentar de que el medio ambiente se haya envenenado más, se van a lamentar de no haber invertido en hospitales, en lugares de recreación, en escuelas, en asilos de ancianos, en viviendas".

"Está por ver las consecuencias futuras que este colosal gasto en armamentos tendrá para la economía de los Estados Unidos, y las va a tener en la inflación, en las perspectivas de desarrollo, en el bienestar futuro de su población, en su prestigio y sus relaciones con el resto del mundo. No por rico que sea un país puede dilapidar impunemente su fortuna y la de los demás. Yo creo que va siendo hora de que los norteamericanos mediten sobre esto".

"Y yo haga una pregunta: ¿Cuáles van a ser las consecuencias de esta política? Yo creo que los norteamericanos tienen derecho a preguntárselo, los representantes y senadores, y nosotros también tenemos derecho a preguntarlo, porque los países del Tercer Mundo de una forma o de otra sufren las consecuencias".

"El Fondo Monetario, que ahora está haciendo mucho daño, al final será acreedor de nuestro agradecimiento, porque está creando una gran crisis, y de las crisis surgirán las soluciones. Es la ley de la historia que los grandes problemas nunca se han resuelto mientras no han hecho crisis. Los hombres nunca han sido suficientemente previsores para actuar de otra forma. Entonces, el Fondo Monetario y el sistema — el Fondo Monetario es un instrumento del sistema — van a provocar la rebelión de los países del Tercer Mundo. La crisis es la que va realmente a provocar la solución".

"Ahora existe el problema en toda su dimensión, y yo diría que este sistema de relaciones económicas ha caído en su propia trampa y que los aventajados asesores económicos, los brillantes 'magos' que han obrado aquellos fabulosos 'milagros' (...) están creando para la economía de Estados Unidos las premisas de una gran tragedia".

"Yo simplemente me limito a decir lo que está ocurriendo, por qué ocurre, lo que va a suceder y sugerir soluciones".


Así reflexionaba y argumentaba Fidel en 1985. Eran ideas pertinentes para entonces y eran ideas adelantadas para el futuro, para este ahora que vivimos. Pero aún faltan otras ideas.

    7/3/09





    Wilkie Delgado Correa
    Doctor en Ciencias Médicas
    Profesor Consultante y Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas
    Escritor y periodista





Página enviada por Wilkie Delgado Correa
(12 de marzo de 2009)


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