Cuba

Una identità in movimento


¿Seguirá siendo Cuba una isla prohibida para los norteamericanos?

Wilkie Delgado Correa


"Espero verlos nuevamente...
Los invito a que vayan a Cuba,
para que vean lo que está ocurriendo en ese país vecino".
(Fidel Castro)


Hace cincuenta años que esta sui géneris invitación de Fidel Castro mantiene su vigencia, sin que el tiempo transcurrido ni las circunstancias históricas hayan podido variar la esencia del mensaje: una abierta y franca invitación para que los jóvenes o cualquier norteamericano viajaran a Cuba, la promesa y la voluntad del reencuentro del líder cubano con la juventud norteamericana y la convocatoria e incitación para que comprobaran por sí mismos la verdad y la realidad de Cuba como país vecino y amigo.

Este hecho ocurrió en ocasión de la visita de Fidel a los Estados Unidos, y la invitación fue realizada en el discurso pronunciado por el líder cubano en Lawrenceville School, New Jersey, el 21 de Abril de 1959.

No sabemos si en el transcurso de estos años alguno de los concurrentes a aquel acto pudo hacer realidad su viaje a Cuba y con ello aceptar la invitación fraterna que les hiciera Fidel aquel día memorable. ¿Habrá visitado esa escuela, fundada en 1810,, algún otro líder o mandatario del mundo del calibre de Fidel, en este lapso de medio siglo? Tampoco sabemos si después de adultos, época más propicia a cumplir los sueños de descubrir el mundo, alguno de aquellos jóvenes estuvo tentado por visitar Cuba a pesar de tantos horrores diseminados por la propaganda de los grandes medios. Ignoramos si alguno logró burlar o decidió desafiar la temprana ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba (1962) y la consiguiente prohibición a los norteamericanos para visitar este país (1963).

La prohibición se estableció durante el gobierno de John F. Kennedy, ya dura 46 años, y se mantiene aún, a pesar de la era prometida del yes we can, durante el mandato de Barack Obama, que será, si no suprime esta medida, el décimo presidente en hacerla suya. ¿Por qué tanto empecinamiento en restringir un derecho constitucional de los ciudadanos de los Estados Unidos tanto por presidentes republicanos como demócratas? ¿Por qué mantener esta prohibición a viajar a Cuba como parte del bloqueo absurdo y criminal?

Obama está olvidando que el bloqueo, por el carácter extraterritorial de sus medidas, no sólo afecta los intereses legítimos de Cuba, sino intereses legítimos de otros pueblos, incluyendo al propio pueblo norteamericano.

¿Tienen o no los norteamericanos derecho a viajar a cualquier país según la Constitución de Estados Unidos? ¿Por qué no pueden ejercerlo hacia Cuba aún en la era de los cambios de Obama? Porque el Bloqueo contra Cuba ha tomado, en este caso, mayor rango que la Constitución del país.

Los norteamericanos tienen el derecho de conocer todas las verdades que se esconden detrás del bloqueo y la prohibición de viajes a Cuba. Ya hace demasiado tiempo que el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba y el mundo, y todas las prohibiciones que él entraña, se escuda en la mentira y no debía tener que soportarse una vez más en la era del nuevo y décimo presidente de esa nación que se enfrenta al dilema de darle continuidad, y con ello mancharse de oprobio, o derogarlo por criminal, genocida, ilegal e inmoral, y con ello quedar limpio ante la historia.

Según lo definido por los gobiernos de los Estados Unidos (USA), Cuba ha representado hasta hoy "el infierno en la tierra" y es un ejemplo de un modelo político, económico y social caduco y fracasado. Es según su percepción el último vestigio del experimento del socialismo en el mundo contemporáneo, y cuya imagen merecería ser guardada en un museo para ilustrar a las generaciones futuras "las aberraciones que la maldad de los hombres", (es decir, los revolucionarios), fueron capaces de concebir.

En concordancia con tal posición cavernaria, el Gobierno anterior de Bush diseñó una estrategia "para la transición democrática de Cuba", equivalente a la destrucción de la nación cubana sin miramientos de las normas y principios internacionales vigentes, y le fabricó un espacio en cuantas listas negras se le ocurrió, con total descaro e impudicia. Aún hoy día, en la era de cambios prometidos en Estados Unidos, según Obama no se efectúan elecciones en Cuba y espera también que cambien las cosas en Cuba. ¿Habrá desmantelado el plan de transición de Bush? ¿Cuándo se sacará a Cuba de las famosas listas negras del Departamento de Estado?

Para evitar la posible contaminación del ambiente político mundial, los Estados Unidos ha tratado, por todos los medios posibles (agresiones, invasiones, bloqueos, acusaciones falsas, campañas mediáticas, estímulo y coacción a terceros países para promover el asedio diplomático y otros), de aplastar esta experiencia, aunque ello conlleve el exterminio por hambre y enfermedades del pueblo cubano, que según su parecer, merece por ser un defensor rebelde de su causa. Además prohíbe, aún a expensas de violar este derecho constitucional, que sus ciudadanos visiten Cuba, y procura impedir también que los ciudadanos del resto del mundo visiten ese "antro perverso y demoníaco" situado en el Caribe.

Al parecer, con "noble y justificado temor", EE.UU, la mayor potencia hegemónica del mundo y de la historia, quiere impedir este mal ejemplo que Cuba constituye para la humanidad Esto puede reflejarse en hechos objetivos e incontrovertibles como los siguientes:

Es una islita demasiado rebelde en la época actual caracterizada por tanta cobardía y genuflexión ante el insolente amo imperial, aunque en realidad no se trata de una isla sino de un archipiélago. Persiste en construir una sociedad nueva y mantener su independencia, su soberanía y autodeterminación a pesar de la globalización neoliberal de moda en estos tiempos.

Es un país raro que ofrece educación gratuita en todos los niveles de enseñanza (desde la primaria hasta la universitaria, y desde maestrías hasta doctorados en ciencias)

Y también ofrece los servicios de salud de todos los niveles para todos sus ciudadanos, en forma enteramente gratuita (desde una consulta a una persona sana hasta un trasplante de corazón u otros órganos).

Es un país cuyo pueblo padece de una enfermedad contagiosa llamada solidaridad o internacionalismo, que le lleva, a pesar de sus limitaciones económicas, a ofrecer ayuda solidaria a otros pueblos necesitados sin que medien condicionamientos irrespetuosos o humillantes. Sus médicos andan con la adarga solidaria al brazo como Quijotes en pleno siglo XXI, recorren el mundo de misión en misión, desde un confín a otro del planeta, allí donde el dolor los llama y el deber los lleva, desde sitios inundados en Centroamérica hasta el Himalaya sacudido por un devastador terremoto. En todas partes depositan consuelo, concitan simpatía, siembran amor, curan las heridas físicas y del alma, y salvan vidas. Valga que el presidente Obama, a partir de oírlo tanto, parece darle crédito y no lo considera "propaganda comunista".

Es un país que contrariamente a la realidad social de otros pueblos subdesarrollados adscriptos al modelo capitalista de desarrollo, ha logrado poseer el primer lugar en el mundo en los índices de educadores, de médicos, y de entrenadores y profesores de educación física, por habitantes.

Es un país que ha reducido la mortalidad infantil hasta niveles similares o por debajo de los países desarrollados del mundo, y en particular de Estados Unidos. ¿Quieren un atrevimiento mayor?

Es un país que ha logrado en los Juegos Olímpicos más medallas que todos los países juntos de América Latina y del Caribe, y sus resultados son superiores a los de algunas potencias ricas de Occidente.

Es un país extrañamente pacífico, en un mundo caracterizado por los continuos conflictos y las represiones bárbaras de los cuerpos armados contra sus pueblos. En Cuba, como reflejo de que su ejército es el pueblo uniformado, jamás se ha reprimido al pueblo. Y cosa más extraña aún para la visión made in USA de las cosas, no participa en guerras crueles e ilegítimas, no hace alianza con los conquistadores ni acepta los edictos imperiales, no practica las torturas ni los tratos humillantes para la condición humana. Y vaya que es atrevido este país llamado Cuba, que se planta en treinta y uno para decir que no está con la guerra ni con el terrorismo.

Es un país con tal potencial científico que ya ha hecho sus aportes relevantes al mundo, incluyendo medicamentos y vacunas, que por ser exclusivas, también pudieran salvar vidas humanas de norteamericanos. Sus resultados científicos están, sin condiciones, a disposición de la humanidad, que constituye para los cubanos la gran patria común.

Es un país con ansia de redimir al género humano de tanta incultura y ceguera física y espiritual. Plantea y defiende la estrategia y brinda sus recursos para eliminar el analfabetismo de comunidades, países y del mundo. Nunca nadie oyó tal osadía en los escenarios Internacionales para poner fin a esta ceguera cultural.

También se propone contribuir y brindar una alternativa para formar los médicos que necesita el mundo pobre y hasta el rico, y a la vez enfrentar el SIDA, y la ceguera y otras enfermedades. Son cientos de miles los casos operados de cataratas y otros problemas oculares, y el plan abarcará millones de personas. ¿Qué les cuesta a los operados? Nada: es gratis. No se asombre. Este programa de salud se llama OPERACIÓN MILAGRO, y se concibió en Cuba y hoy se extiende por el mundo. Ah, no se olvide, que a pesar de lo noble y hermoso del mismo, Estados Unidos mira esto con malos ojos y con ojeriza colérica.

Es un país convencido de que los niños son la esperanza del mundo, según afirmara su Héroe Nacional José Martí, y por eso dedica el máximo de recursos para desarrollarlos integralmente, y su pueblo fue capaz de luchar por un solo niño, Elián González, durante sus largos meses de secuestro en USA, hasta su regreso a Cuba.

Es un país que profesa una lealtad indestructible por sus hijos. Si ayer libró una batalla exitosa y nunca antes vista por Elián, hace años que el pueblo libra una batalla más difícil, acompañado por miles de ciudadanos del mundo, por la liberación de cinco Héroes encarcelados injustamente por el imperio. La fuerza moral de esos cinco cubanos presos es expresión de los valores y virtudes presentes en el seno del pueblo cubano.

Es un país en que la elección de los órganos de poder estatal a todos los niveles, se hace en forma directa por los ciudadanos o sus representantes, sin que medie manipulación, compra del voto, fraude, promesas engañosas, etc. Sus niños cuidan las elecciones. Sus ciudadanos votan en un porcentaje asombroso, a pesar de que su ejercicio no es obligatorio, sino un honroso deber. Y para mayor transparencia de los resultados eleccionarios, el conteo de los votos en los colegios electorales se realiza en presencia de todos los ciudadanos interesados en este acto. Ah, ¡pero qué cosa!, el presidente Obama aún no se ha enterado de que se celebran elecciones en Cuba. ¡Vaya tamaña desinformación o candidez!

Es un pueblo que afirma con su Héroe Nacional José Martí que


"... nada piden los cubanos al mundo, sino el conocimiento y respeto de sus sacrificios, y dan al universo su sangre (...) Y al mundo preguntamos, seguros de la respuesta, si el sacrificio de un pueblo generoso, que se inmola por abrirse a él, hallará indiferente o impía a la humanidad por quien se hace".


En fin, es un país que para descubrir todo lo que tal parece temer justificadamente los Estados Unidos, tanto en lo bueno como en lo malo, lo que le guste o no a cualquier ciudadano del mundo, debe ser visitado, auscultando sus entrañas y escrutando su imagen real.

Por lo que Colón dijo cuando descubrió esta isla: "esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieran", y por todas las razones que han sido expuestas, vale la pena romper con las aprensiones, desafiar campañas publicitarias y prohibiciones legales e ilegales, para ver con los propios ojos este país tan acosado, cuyo bloqueo dura ya casi cincuenta años.

Después que se conozca toda su realidad y se establezcan las comparaciones pertinentes con las realidades imperantes en todos los países subdesarrollados, podrán los visitantes sacar sus propias conclusiones, sin que medien influencias ajenas, y lo que es más importante, sin que medie el edicto conminatorio del imperio.

Ah, una última advertencia. ¿Por qué Cuba no teme que se conozca su realidad, si es tan frágil e indefendible, y, por el contrario, los gobiernos de Estados Unidos lo temen? ¿Por qué abandonaron su famosa estrategia de propiciar el diálogo de pueblo a pueblo?

Para poder responder a esta interrogante, ciudadanos norteamericanos y del mundo, conozcan a Cuba primero. Después, respondan con sinceridad esta pregunta y todas las demás interrogantes que puedan motivar su viaje, al denominado primer territorio libre de América, porque en él, en las playas de Girón, hace cuarenta y ocho años, ocurrió la humillante derrota de la invasión mercenaria, que fue organizada, financiada, apertrechada, dirigida y escoltada por los Estados Unidos.

Pero, ah, una última reiteración. ¿Por qué Cuba no teme que se conozca toda su realidad, si es tan frágil y muestra, según Estados Unidos, tantas cosas malas? ¿Por qué, por el contrario, los Estados Unidos lo teme? ¿Por qué Estados Unidos teme que sus ciudadanos conozcan la realidad de Cuba? ¿Por qué no quiere que sus ciudadanos ni los ciudadanos del mundo visiten Cuba y se encanten o no con lo que en ella vean y constaten?

Por eso pregunto, ¿seguirá siendo Cuba una isla prohibida para los norteamericanos?, y añado, ¡no saben lo que se pierden!

Mientras tanto, los norteamericanos deben saber que aún tiene vigencia la cincuentenaria invitación de Fidel que dice:


"Los invito a que vayan a Cuba, para que vean lo que está ocurriendo en ese país vecino".







    Wilkie Delgado Correa
    Doctor en Ciencias Médicas
    Profesor Consultante y Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas
    Escritor y periodista





Página enviada por Wilkie Delgado Correa
(29 de abril de 2009)


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