Cuba

Una identità in movimento

Una cita ineludible con Martí

Susana Tesoro



Vittorio di Cagno. Foto: Rafael SánchezAlgunos dicen que Vittorio di Cagno, presidente de la Comisión de Cooperación Notarial Internacional, empezó a interesarse por Cuba debido a los mambises italianos que lucharon en la Isla durante nuestras guerras de independencia. Pero me atrevo a saltar por encima de cualquier criterio — incluso el del propio Vittorio — para asegurar que fue uno de los tantos hechizados de este mundo por la palabra, la sencillez y la grandeza de José Martí.

Ese, y no otro sentimiento movió al ilustre abogado desde la ciudad de Bari, al norte de Italia, hasta La Habana, y le hizo recorrer Dos Ríos, Santa Ifigenia, La Habana Vieja y todos los lugares donde el héroe independentista ha dejado una huella.


    -¿Por qué escribió sobre José Martí?

      "Tuve la suerte de encontrarme con Armando Hart. Él me dedicó el primer numero de la revista Onda, y un libro titulado Un cesto de llamas (del investigador Luis Toledo Sande), que es la más reciente indagación histórica sobre la vida y la obra del Apóstol. Luego me dijo: usted, como abogado, ¿por qué no hace un ensayo sobre el pensamiento jurídico de Martí? Yo había leído diversos escritos y la poesía del héroe, que me revelaban su polifacética dimensión como hombre brillante. Pero, efectivamente, faltaba abordar este otro aspecto, y para mí era un honor inmenso que se me encargara tamaña responsabilidad".

    ¿Cuáles pensamientos lo llevaron a comenzar a escribir?

      "Existe un libro de don Fernando Ortiz que poca gente conoce: Amistad Cuba-Italia. Ahí, con la precisión de un cronista, enumera todas las iniciativas organizadas en aquella península a finales del siglo XIX. Entre ellas, se creó el Comité por la independencia de esta Isla, con 38 senadores y diputados. Me parece prodigioso que si no existía la televisión ni los aviones, entonces, ¿cómo en esa época podían conocer sobre Cuba?"

      "En 1890 era difícil pensar en este archipiélago, y más, combatir, dar la vida por su libertad. Se trataba de hombres con familias, con deberes como diputados que venían a compartir el fufú de malanga en una manigua con los patriotas, desafiando la muerte. Estos antecedentes me alentaron mucho el espíritu".

    ¿Qué es para usted un jurista?

      "Conceptualmente, se llama jurista a un hombre que medita, que tiene la vocación por la justicia, y debe ser un revolucionario, pues si no sigue la evolución histórica del progreso humano, es un desfasado".

      "Un jurista también debe tener una visión orgánica de lo que se llama ordenamiento jurídico. Es poner orden en una cantidad contradictoria de leyes, de decretos, ser un hombre con una visión orgánica. En este sentido, no hay nada secundario que se pueda pasar por alto, la necesidad del más pobre desconocido aldeano de la tierra debe tenerse en cuenta como la del más grande hombre de negocio. Esta es una visión antropocéntrica de la justicia en función del hombre".

    ¿Y cómo ve eso en Martí?

      Los antecedentes de los diputados italianos que arriesgaron sus vidas compartiendo las vicisitudes con los mambises alentaron a Vittorio di Cagno. Foto: Rafael Sánchez"De manera muy clara y transparente, pues reúne muchas de esas condiciones. Hay palabras maravillosas cuando habla de los rayos que se unen en el hombre, en el Átropos, es cosmovisión y antropologismo, el mundo en función del hombre y viceversa".

      "José Martí tuvo la capacidad de sintetizar este concepto de cosmovisión, sin olvidar temas aparentemente simples como la agricultura, el trabajo de los campos y de la escuela que debe tener un pedazo de tierra al lado donde los niños trabajan en la mañana y en la tarde estudian".

      "Además, su pensamiento jurídico se funde con toda su vida y su obra, y mantiene una extraordinaria vigencia. Lo creo y lo puedo explicar. En primer lugar, estamos en una situación internacional que nos obliga a buscar la praxis del pensamiento. Y más concretamente utilizable es el pensamiento jurídico... "

      "Hoy los tiempos de la ignorancia, gracias a Dios, comienzan a acabarse. La gente empieza a leer y a escribir, a organizarse, a contrastar lo que pasa a su alrededor con otras realidades distantes, y ello te da la prueba de que el mundo no puede profesarse desde la ignorancia, sino desde el valor supremo de la instrucción, algo en lo que insistía José Martí, porque cuando un pueblo está educado e instruido, la locura de los pocos poderosos no puede prevalecer".

      "La enseñanza martiana hoy no es solo materia de historia, de cultura... sino es remedio jurídico a la solución legal y pacífica del equilibrio del mundo".

03 jul 2003


Fuente: http://www.embacubalebanon.com/marticita.html


Cuba. Una identità in movimento

Webmaster: Carlo NobiliAntropologo americanista, Roma, Italia

© 2000-2009 Tutti i diritti riservati — Derechos reservados

Statistiche - Estadisticas