Cuba

Una identità in movimento


La Tumba Francesa cubana, patrimonio mundial

Jesús Guanche


Auspiciado por la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y la Asistencia Oficial para el Desarrollo de Japón, se desarrollaron tres Talleres de capacitación de los portadores e instituciones locales vinculados a la expresión cultural Tumba Francesa, en Cuba. El primero se efectuó en la ciudad de Santiago de Cuba del 20 al 22 de noviembre de 2006; el segundo en la ciudad de Holguín el 28 y 29 de marzo de 2007; y el tercero en la ciudad de Guantánamo, del 29 al 31 de mayo de 2007.

Estos talleres estuvieron dedicados a favorecer, mediante la metodología de investigación/acción participativa, la sensibilización, motivación, conocimiento y reflexión de temas fundamentales sobre el proceso de salvaguardia del "patrimonio cultural inmaterial", en particular de la expresión Tumba Francesa.

Los tres talleres obedecen al reconocimiento de sendas agrupaciones que cultivan esta manifestación músico-danzaria y que bien mediante sus cualidades asociativas urbanas como la Tumba Francesa La Caridad de Santiago de Cuba y la Pompadour, Santa Catalina de Risis de Guantámano, o en un contexto rural de muy difícil acceso como la Tumba Francesa de Bejuco, en el municipio Sagua de Tánamo, en la actual provincia Holguín, mantienen vivas estas manifestaciones durante múltiples generaciones.

Cada uno de los talleres aportó experiencias particulares sobre las características propias de estas agrupaciones, y estuvieron dedicados a enfatizar la singularidad de cada una de estas expresiones en el contexto actual y perspectivo; hizo posible capacitar a sus portadores, actores locales y autoridades implicadas en estos temas, especialmente las relacionadas con la salvaguardia del "patrimonio cultural inmaterial" según expresa la Convención de la UNESCO del 2003; estrechar relaciones de trabajo entre portadores, investigadores y representantes de instituciones gubernamentales; participar activa y libremente en la toma de decisiones, planteamiento de problemas y solución de conflictos, en cada tema propuesto; conocer y validar los resultados parciales de un proceso investigativo desarrollado por un equipo multidisciplinario que incluye el diagnóstico de necesidades y un Plan de Salvaguardia de la Tumba Francesa, junto con talleres especializados de música y danza.

De un modo u otro y con diverso orden, de acuerdo con el contexto, se abordaron temas claves como la participación y la vida asociativa como eje central del Plan de Salvaguardia; la socialización de la historia del grupo y su status actual; cuestiones fundamentales del patrimonio y los espacios culturales de la Tumba Francesa; validación de propuesta de vestuario según sus propias tradiciones y necesidades; la presencia del créole en estas manifestaciones y en su vida cotidiana, en relación con la fuerte influencia de la variante cubana del español hablado en esa región; las peculiaridades de cada Tumba en sus manifestaciones musicales y danzarias; la comunicación con el público; la proyección de esta manifestación en diferentes espacios; la construcción colectiva de la ruta cultural de la Tumba Francesa y sus perspectivas de cara al siglo XXI.

Para facilitar el diálogo fructífero con las agrupaciones concurrieron a nivel local las máximas autoridades políticas y gubernamentales, los Directores Provinciales de Cultura, los Centros de Patrimonio Cultural y de Cultura Comunitaria, así como especialistas de reconocido prestigio en cada provincia. Junto con el equipo multidisciplinario, también participaron en calidad de facilitadores diversos especialistas e investigadores del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, del Consejo Nacional de Casas de Cultura, del Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, del Instituto Cubano de la Música; de varias Direcciones del Ministerio de Cultura y de la Fundación Fernando Ortiz, una parte importante de ellos en calidad también de miembros de la "Comisión para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial", creada mediante Resolución Ministerial en diciembre de 2004. Todo ello apoyado por la presencia de varios representantes de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, y autoridades de la Embajada de Japón en Cuba.

Los talleres constataron los fuertes lazos familiares e históricos entre las tres Tumbas, los estrechos vínculos culturales con otras manifestaciones de la región como el changüí (en sus variantes del nengón y el kiribá), el vodú, el espiritismo, los cantos de altares y otras, como parte de la cultura cotidiana; la sentida demanda de un mayor encuentro entre las tres Tumbas, la originalidad de cada una de ellas y su indiscutible cubanía, pues si bien la expresión Tumba se refiere a "tambor" y paralelamente a "baile colectivo" en kikongo y otras lenguas bantú, la expresión francesa alude en el tiempo a la emigración de "afrohaitianos" de fines del siglo XVIII e inicios del XIX, tras la Revolución de Haití, que se asentaron en diversos lugares de la Isla y cuya total descendencia ha nacido en Cuba y forma parte de su cultura. Quizá el mejor ejemplo es la Tumba Francesa de niñas y niños que funciona paralelamente a la de Santa Catalina de Risis en Guantánamo y la tienen como su natural cantera de continuidad.









Página enviada por Jesús Guanche
(4 de septiembre del 2007)


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